Marina Riquelme, de 70 años, le aseguró a El Bonaerense: "Estoy firme para hacer cualquier trabajo y ayudar a mis paisanos".

Ciertamente, las diversas comunidades o colectividades distribuidas a lo largo y a la ancho del conurbano bonaerense emanan sentimientos y valores de hermandad y solidaridad; sobre todo, aquellas conformadas por hermanos latinoamericanos que decidieron echar raíces en el territorio argentino.

Si bien, no suele ser fácil tener que dejar el lugar donde uno creció, siempre hay que "levantar la mirada para continuar". Con este profundo mensaje, Marina Riquelme, de Maquinista Savio, municipio de Escobar, encaró toda su vida en Argentina.

La abuela de 70 años nació en Paraguay y llegó al país a sus 19 años. Actualmente es miembro de la Colectividad Paraguaya de Escobar, donde realiza diferentes actividades solidarias. Con este marco, la mujer le contó a El Bonaerense: "Me siento acompañada dentro de la colectividad. Somos una gran familia".

Marina se involucró con la colectividad desde hace tres años atrás, luego de 52 años vividos en Argentina (casi toda su vida). "Me uní por una amiga. Acá sentí lo que es estar acompañada por mis paisanos, porque no fue fácil venir de Paraguay", destacó Riquelme.

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"Dar una mano es lo que más me gusta, porque no tenía a nadie cuando me vine. Sé lo que se siente estar sola", remarcó la abuela, quien a sus 70 años sigue trabajando produciendo dulce de guayaba para los vecinos de Escobar.

"Juntamos las plantas con mi hermana. Una vez que dieron frutos -que es una vez al año- los juntamos y empecé a hacer el dulce y la mermelada. Lo mismo hago con el mango. Desde hace dos años que hago lo mismo", aseguró Marina.

En tanto, la señora explicó que los miembros de la colectividad la ayudaron para difundir su trabajo por la localidad de Maquinista Savio. "A mucha gente le gustó el dulce. Muchos de acá compraron los frascos y los compañeros de la colectividad difundieron el producto", mencionó Marina.

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Tantos años vividos implicaron, a veces, ciertos "tropezones", por los que no fue fácil la vida para Marina. Es por esto que ella resaltó que en la colectividad "ayudamos con lo que sea a los que más ayudan necesitan".

Pero la esencia de vida de Riquelme se traduce en la siguiente frase de la vecina: "Estoy firme para realizar cualquier trabajo, porque hay que seguir ayudando a los paisanos que necesiten una mano".

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Es que, con tan vasta experiencia de haber nadado en diferentes aguas y haber pisado varios puertos, Marina tiene la apreciación sobre la vida de una persona luchadora, que ha sabido vivir con muy poco pero que ha disfrutado en plenitud sus caminos recorridos.

Es por esto que Riquelme expresó el siguiente mensaje: "Nunca hay que perder la esperanza y la fe en uno mismo. Existen las caídas, siempre las hay, pero hay que levantar la mirada para seguir caminando".