Surgió en 2017 y hoy cuenta con 40 voluntarios. Realizan actividades como running, ciclismo y escalada.

A través de la actividad física y el deporte, las personas encuentran un lugar de pertenencia donde se comparten objetivos en común y se construyen vínculos. La historia de Guías a la Par surgió a partir de una necesidad: que las personas con discapacidad visual tuvieran dónde practicar deporte con la ayuda de guías. La ONG ya lleva seis años en Mar del Plata y tuvo una rápida aceptación. Marisa Arregui, fundadora y directora de la organización, conversó con El Bonaerense sobre la obra que llevan a cabo en la ciudad y cómo las personas no videntes se integran mediante el deporte.

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Guías a la Par es un grupo de personas que hacen deporte inclusivo en la Plaza España, en Mar del Plata, donde interactúan personas con discapacidad visual y guías voluntarios. "La organización surge en 2017, yo estaba cursando el segundo año de Terapia Ocupacional y le propuse a José Luis Campo, de la cátedra de Deportes, como un proyecto mío, personal, porque veía que había una gran necesidad de espacio para que las personas ciegas pudieran hacer actividad física", comienza explicando Marisa.

Una vez plasmada la idea, comenzó la aventura de entrenar, aunque fue llevando tiempo. "Quise ser guía deportiva de personas ciegas y no habia en Mar del Plata dónde capacitarme, así que Jose Luis me presentó a una chica ciega y empezamos a crear códigos y a correr en la pista de atletismo", rememora Marisa sobre ese primer paso. "Esto lo hice como voluntaria en Cideli, donde José Luis era presidente y me di cuenta que eran varias las personas que buscaban entrenar porque a los dos o tres meses que había empezado ya tenía tres personas que querían correr y que yo las guiara y no habia guías", continúa.

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Con la llegada de nuevos deportistas y la falta de guías para llevarlo a cabo, Marisa y José Luis realizaron un primer taller el 17 de mayo de 2017 y el mismo consistía en un voluntariado para personas que quisieran ser guías deportivos. Luego, fue evolucionando hasta concretar la organización, tal como lo explica Marisa: "Con el tiempo fue creciendo rápidamente en cuanto al número de personas, así que nos dimos cuenta que era necesario hacer una asociación civil y trabajamos para hacer esta ONG que es Guías a la Par".

Actualmente la ONG dispone de unos 40 guías voluntarios y siempre está abierta la posibilidad de sumarse. "No todos vienen todos los días a la plaza así que siempre necesitamos guías y se agradece porque es un voluntariado y cada quien suma las horas que puede", ilustra Marisa. En cuanto a los entrenamientos, agrega que "son como podemos, son muy dinámicos porque dependen de cuántos voluntarios tenemos y cuántas personas ciegas van ese dia al entrenamiento, generalmente son mas personas ciegas y nos acomodamos de acuerdo a los objetivos que tenemos. Lo ideal sería tener un guía por persona pero a veces se dificulta".

Esas actividades incluyen running, ciclismo y escalada. "Hacemos todo lo que es running, tanto carreras urbanas como de aventura. Hacemos ciclismo adaptado, tenemos seis bicicletas tándem que hemos podido comprar. Y en el grupo aventura tenemos trekking por las sierras y ascenso y además rappel en paredes de sierras cercanas", describe Marisa. Y agrega con orgullo sobre otras proezas: "También hicimos el ascenso al Lanín en 2019, fueron dos personas ciegas y dos guías, el Cerro Tres Picos (Sierra de la Ventana) hicimos cuatro ascensos y si Dios quiere en octubre de este año haremos el quinto y tenemos planeado el Cerro Penitentes (Mendoza)".

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Y si bien la esencia del grupo es el deporte inclusivo, también suelen brindar ayuda cuando alguno de los miembros lo necesita. "Nosotros nos definimos como un grupo de amigos que corre. En pandemia, ante estas necesidades, no pudimos estar mirando para el costado y hemos cubierto algunas necesidades, como mercadería". Y en cuanto a la accesibilidad, Marisa reflexiona que "está más en la sociedad y en la gente, en lo que cada uno aporta más allá de lo arquitectónico". Al mismo tiempo, lo diferencia de la discapacidad motora donde es crucial la organización urbana. Y continúa: "Por ahí lo que haría falta es más concientización, por ejemplo personas que dejan postigos o rejas abiertas. Una persona con bastón no lo puede detectar y se lo lleva puesto porque su referencia es la pared o el cordón de la vereda". De todos modos, Marisa sostiene que "Mar del Plata está bastante preparada. El año pasado pusieron baldosas podotáctiles en lugares públicos como la Peatonal y en universidades, es súper importante". Y concluye: "Creo que falta pero vamos avanzando mucho".