Desafía a la gravedad desde hace dos años. Recientemente se hizo viral un video suyo tomando mate en una maniobra.

Sergio Sosa es un piloto balcarceño que siempre tuvo pasión por la aeronáutica. Un poco por crecer en el Aeroclub de su ciudad y otro por la fascinación por los aviones lo llevó a elegir la carrera de piloto comercial siendo muy joven. Y dentro del ámbito de la aviación, hace poco descubrió el apasionante mundo de la acrobacia aérea, el de esos entusiastas que desafían a la gravedad a bordo de una aeronave. Sergio conversó con El Bonaerense sobre su actividad y sus recientes trabajos que cobraron notoriedad.

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"En la aviación arranqué en 1997. Con 17 años me recibí de piloto y empecé a volar en parte porque mis viejos trabajaban en el Aeroclub de Balcarce. Ahí empezó todo", comienza detallando Sergio. "Soy copiloto de una empresa de transporte aéreo y es mi principal medio de vida", agrega. A pesar de haber volado prácticamente toda su vida, su incursión en la acrobacia es más reciente. "Hace dos años que me compré un avioncito y empezó como un hobby, no lo hago de manera comercial", aclara.

En la medida que concluyó su curso de piloto privado en Balcarce, fue sumando horas de vuelo y haciendo cursos de perfeccionamiento. "Eso te va habilitando para la licencia, con 200 horas hacés la licencia comercial que te permite hacer un trabajo. Y cuando cumplí 400 horas hice un curso para fumigaciones aéreas y lo trabajé durante cinco años en Balcarce y Córdoba", enumera. Y agrega que "también volé para un piloto de TC, que íbamos a todas las carreras y después me dediqué a la parte comercial".

¿Y cómo fue surgiendo el gusto por la acrobacia áerea? El propio Sergio lo detalla: "Siempre me gustó, toda la vida. Y si bien en el país hay muchos aviones acrobáticos no hay mucha instrucción". "Logré comprarme un avioncito en Brasil, importarlo hacer todo el procedimiento y arrancar el proyecto por cuenta propia, con algo de instrucción con un conocido que hicimos un par de vuelos", añade. En cuanto a la actividad, Sosa asegura que "siempre se aprende algo nuevo, maniobras y entrenamiento en diferentes cosas".

A pesar de tomarlo como una actividad recreativa, Sergio indica que no se trata sólo de las maniobras, sino que también el propio cuerpo del piloto se va adaptando a estos vuelos. "Las maniobras son muy progresivas, lo que más te cuesta son las aceleraciones en el cuerpo, positivas o negativas (de cabeza al piso), esas son las más incómodas. Pero vas de a poco, con maniobras de poca aceleración, que se mide en Fuerza G", narra el balcarceño sobre el proceso. Y refleja que "el cuerpo al principio se siente incómodo, pero a medida que vas entrenando sentís la fuerza G y ya no te afecta".

El video viral del mate

Recientemente circuló en las redes sociales y en los medios de comunicación el video de un piloto que tomaba mate mientras maniobraba una avioneta. Era ni más ni menos que Sergio, que dio rienda suelta a su imaginación y terminó haciendo un video que se viralizó a escala global. "Ese video lo hice hace como un mes. Surgió del tema de hacer algo nuevo. Había un piloto de la Segunda Guerra Mundial, Bob Hoover, que hacía algo similar sirviendo una jarra con agua, después lo hizo Red Bull sirviendo la bebida energizante con un piloto propio y a mí se me ocurrió el mate, que no se había hecho nunca. Entonces lo practiqué un poco y salió muy bien", explica Sergio. El video salió en noticieros, e incluso una cuenta de Instagram lo subtituló al inglés. "Tuvo una repercusión total en todos lados, como algo novedoso".

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Sergio, además, cuenta que varias personas le consultan sobre cómo se puede hacer el curso de piloto. Y si bien es una actividad que genera asombro y entusiasmo, aclara que "es una carrera que lleva tiempo, no se hace de un día para el otro. Se empieza como piloto privado, unas 40 horas, y llegar a hacer acrobacia o dedicarte a esto requiere de muchas horas de vuelo". El día a día también es diferente al de un trabajo convencional: "Vos tenés una planificación mensual y ahí tenés los diferentes lugares que tenés programados para ese mes, y ahí podés diagramar tu vida, sabiendo qué días libres tenés, qué días volás. Es siempre variable, nunca tenés fijo un horario o una ruta, de acuerdo al mes te programás", cuenta al detalle Sosa sobre esta apasionante profesión.

Son justamente los horarios los que limitan la práctica de acrobacia de Sergio. "Los shows suelen ser los fines de semana y estoy complicado, no tengo tiempo de hacerlo por mi trabajo de piloto". Aun así, la creatividad de Sosa se mantiene gracias a las redes sociales, donde comparte videos de acrobacia aérea. "Estoy haciendo los videos para las redes y cosas nuevas para innovar un poco. El otro día hice uno con una pelotita chiquita, que da vueltas y hace acrobacia sin caerse. Siempre estoy pensando a ver qué se puede hacer novedoso, siempre estoy en búsqeuda de algo", concluye.