Es investigador y trabaja en el Museo Lorenzo Scaglia. Se dedica al estudio de los insectos y arácnidos.

Dentro del enorme mundo de la fauna, los insectos y arácnidos suelen ser un sector relegado en el gusto de las personas. Acaso por costumbre o desconocimiento, los "bichos" no suelen ser los animales predilectos de la población. Recientemente, un estudio científico arrojó el cálculo de que existen casi 8 millones de especies de animales, de las cuales más del 95% corresponde a los invertebrados. Aun así, son pocas las personas que los estudian, como el caso de Darío Porrini, doctor en Biología y entomólogo, quien habló con El Bonaerense y contó cómo es su trabajo y los mitos que giran en torno a estos animales.

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"En realidad empecé estudiando Biología en el año 2002, y siendo estudiante conocí a quien fue y sigue siendo mi maestro en entomología: Juan Farina", comienza relatando Darío sobre su acercamiento al mundo de los invertebrados. "Juan se jubiló hace poco, trabajó 30 años en el museo y es un apasionado por lo que hace. A mí me transmitió su pasión por los insectos y estos animales", agrega sobre su mentor. Junto con Armando Cicchino, lo ayudaron con su tesis doctoral.

Actualmente Porrini trabaja como empleado municipal del Scaglia en el área de Entomología, pero está en contacto permanente con otros investigadores del Conicet, la Universidad Nacional de Mar del Plata y otras instituciones de altos estudios del país. "Solemos hacer trabajos en conjunto, que puede ser prospectar ejemplares o hacer estudios de campo", explica. ¿Pero cómo es el trabajo día a día de un entomólogo?

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"Yo normalmente lo divido en cuatro tareas principales", indica Darío. "La primera es el mantenimiento y conservación de la colección entomológica, que es lo que le da sustento al área científica del museo". En este caso, su objetivo es mantener las condiciones de temperatura, humedad y luz para mantener la colección en buenas condiciones. Según detalla Porrini, "hay material colectado desde hace 50 años y es muy valiosa y visitada por biólogos que se encuentran haciendo su tesis". El segundo ítem consiste en lo mencionado anteriormente, las investigaciones propiamente dichas, tanto con el material conservado como los trabajos de campo.

Una tercera tarea está vinculada con las consultas y la conexión directa con la comunidad: "Tenemos consultas durante todo el año, por lo general de gente que le tiene miedo a algún bichito que encontró en su casa y lo traen en frascos o consultan vía telefónica, mail o redes sociales. Es un servicio que brindamos a la comunidad". Por último, está la famosa sala entomológica del museo, que es el material exhibido en la sala con infografías y texto. "Se va ampliando con el tiempo, o se puede ir renovando de acuerdo a novedades que surjan en la institución", completa Darío.

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Pese a los estereotipos negativos que suele haber en torno a los insectos y arácnidos, su estudio va más allá de la biología. Como lo cuenta Darío, "de la comunidad artística suelen visitar el área, sobre todo quienes trabajan en dibujo o fotografía científica". Y lo mismo aplica para el ámbito sanitario, en el que el aporte científico es valioso para evitar enfermedades o lesiones causadas por estos animales. "Hay una vinculación bastante fuerte por el hecho de que muchas veces aparecen personas con algún tipo de herida provocada por un artrópodo y hay que saber identificar de qué especie se trata y poder aplicar un tratamiento si hace falta a la persona que tuvo el accidente", narra al detalle Porrini. Por fortuna, en la provincia son muy pocas las especies peligrosas, entre ellas la viuda negra y la araña de los cuadros "Lo que tratamos de hacer es identificar las especies y si es peligrosa para aplicar el tratamiendo correspondiente".

Se elige poco, para empezar acá en Mar del Plata no existe la especialidad en entomología. Uno termina la carrera con el título general de Licenciado en Ciencias Biológicas, lo que podés hacer es elegir algunas asignaturas (artrópodos), pero no hay una especialización. Los centros entomol´ñogicos importantes están en Tucumán, Córdoba, Buenos Aires, La Plata, Mendoza. Lo que hice en mi caso fue hacer capacitaciones y cursos específicos para conocer más de algunos gurpos de insectos o de arácnidos. Soy un aprendiz no es que tengo un título de entomólogo,

Dos miradas bien diferentes sobre los bichos

En cuanto a la visión general de los bichos, se podría decir que hay dos bandos bien definidos: aquellos que los consideran seres espeluzantes y repulsivos, y quienes ven en ellos animales fascinantes que salen de lo común."Están las dos cosas, mucha de la gente que se acerca ya trae de chiquito esa curiosidad o bien más cercano a la moda. Hay gente que le gustan los arácnidos por un tema más tabú o la rareza misma de esos bichos, que no le resultan agradables a la mayoría de la población y a ellos sí, como una minoría", explica Darío en base a su experiencia. Y pone el ejemplo de un amigo que desde chico le fascinaban las arañas y, luego de estudiar biología, se especializó en aracnología. O el caso de personas que tenían tarántulas de mascota como una moda fuera de lo convencional.

Respecto al imaginario popular, Darío sostiene que "los bichos en general generan rechazo, algunos son mejor vistos como las mariposas, las libélulas, las abejas, las vaquitas de San Antonio y después otros son mal vistos, a veces justificadamente y otras no". "El común de la gente piensa en un bicho y piensa en algo que te va  a hacer daño y en la mayoría de las veces es por desconocimiento a ese grupo de animales. Son muy pocas las especies que nos generan perjuicios a los humanos", cierra Darío, quien día a día estudia a estos animales que despiertan asombro y rechazo en partes iguales.