Se trata de más de 100 personas que fueron engañadas por la empresa de negocios Liebre, que ofrecía una rentabilidad superior a los plazos fijos. Es un sistema piramidal, que perjudicó a muchas familias.

Sebastián Matías Otegui Rufrano, un vecino de Adrogué, es la cabeza de una empresa de negocios denominada Liebre, que se encargaba de pedir dinero a personas para retribuirlas 30 días posteriores un elevado porcentaje de rentabilidad. Al ser una propuesta superior a los plazos fijos actuales, las víctimas se vieron seducidas por tamaña oportunidad y fueron estafadas.

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Al igual que ocurre con el caso del momento, Generación Zoe, se trata de un esquema fraudulento piramidal. Además, el hombre operaba desde su vivienda en Adrogué, lo cual generaba mayor confianza entre las personas que se acercaban. Así, se estipula que fueron 100 personas las víctimas, aunque podrían ser más.

Sin embargo, su situación fue mejorando y no sólo consiguió hacerse de una propiedad para desarrollar sus negociaciones, sino que se compró autos de alta gama. BMW, Mercedes Benz y una camioneta RAM fueron algunos de los objetos de alto valor que consiguió con las estafas.

A su vez, los denunciantes destacaron una casa en Pinamar. Cuando el dinero no comenzó a ser retornado bajo las condiciones estipuladas, las personas se dieron cuenta de la estafa. De esta manera, existen cerca de 30 presentaciones judiciales por chantaje contra el hombre de Adrogué. Según destacó Ámbito, algunas personas pudieron presentar un papel firmado y otros sólo hacían arreglos de palabra.

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"Empezó a engañar a la gente. Prometía una rentabilidad superior a un plazo fijo que la daba 1 o 2 meses y después ya no te daba más rentabilidad, no estaba o se encontraba reunido, o de viaje", aseguró una de las victimas estafadas.