El Bonaerense habló con el refugio que viene trabajando hace 14 años para cuidar a los animales de zona sur y hace un tiempo había sufrido un catastrófico incendio. El amor, la empatía y dedicación continúa prevaleciendo para cuidar a los seres más especiales.

El Día del Animal es una buena oportunidad para detener la marcha y posar la vista sobre la realidad que atraviesan los perros, los gatos, los caballos y todas las especies que viven a nuestro al rededor. Sin dudas, la experiencia de los refugios encargados de dar una respuesta a las necesidades son voces más que importantes para conocer la situación. El amor hacia los animales se expresa muy profundamente en los voluntarios que trabajan incansablemente para mejorar las condiciones de sus vidas.

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Adopción Quilmes

La zona sur del conurbano, como las demás localidades del Gran Buenos Aires, atraviesa un momento crítico con la cantidad de animales a la deriva. Hace tiempo las campañas de castración surgen como una medida, pero el problema está aún más en la profundidad del fenómeno. Sin embargo, existen agrupaciones solidarias que con mucha dedicación se abocan en ayudar a aquellos que no tiene hogar.

"Adopciones Quilmes surgió en 2008 porque había una problemática muy grande en cuanto a los animales. Perros y gatos abandonados, maltratados, no había castraciones y nos propusimos hacer algo para cambiar esa situación. Ahora estamos más avanzados, pero nuestra zona es muy humilde y faltan recursos", comenzó a contar Jimena Colman . Al no poder asistir al veterinario por problemas económicos y de traslado, las personas tomaron al refugio como un espacio para salvaguardar la vida de sus animales.

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Siendo 20 voluntarios fijos y siempre hay espacio para una mano extra, son evidentemente una pata fundamental en el entramado social. "La gente viene a pedirnos ayuda. Estamos muy cerca de la autopista y eso hace que haya muchos accidentes con los animales. Tratamos de dar una respuesta como podemos, ya que nos encargamos de todo".

Sus acciones

La realidad del refugio es bien diferente a años atrás. Los problemas económicos y espaciales han cambiado el eje. "Generalmente ahora ya no podemos salir a hacer rescates. Los que llegan son animales traídos por las personas o porque son abandonados en la puerta", comenzó a contar. Sin embargo, no sólo se trata de un espacio de asilo. "Nos encargamos de llevarlos al veterinario, de hacer traslados, comprar medicamentos y alimentos, artículos de limpieza, de buscar donaciones y viralizar todo en redes".

Actualmente, dentro del espacio físico se encuentran contenidos más de 100 animales, pero el trabajo de Adopciones Quilmes trasciende las determinaciones estructurales. "También tenemos en nuestras casas gatos y perros. Los criamos a mamadera, los limpiamos, le damos agua. Es una dedicación completa de todo el día. Es nuestra vida cotidiana. Los fines de semana tenemos más tiempo para ir al refugio porque los otros días trabajamos, estudiamos y tenemos familias".

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Sin embargo, también existe un personal que se encuentra cotidianamente para cuidar a aquellos que continúan viviendo en el predio. Así, tienen una estructura sólida que a pesar de las dificultades da una notable respuesta social a las necesidades de los seres más bellos de la zona.

Trabajo cumplido

Está claro que el objetivo de Adopciones Quilmes se destina a darle un buen pasar a los animales. Consiguiéndoles un nuevo hogar o dándoles refugio, se alcanza una sensación de tarea cumplida cuando el progreso del perro o gato puede ser palpable. "Nos llena verlos irse a un hogar y que nos manden fotos con los animales felices. Cerrar el círculo es genial y nos da ganas para seguir. Vemos muchos maltratos, también hacia nosotras, que realmente es agotador. Nos vamos fuerza porque es un trabajo muy complicado".

Alargar la vida es un mimo al alma y sin dudas desde las palabras de Jimena queda en evidencia el profundo amor detrás de la causa. "Ver a los viejitos tener una familia es muy lindo. Más allá de sacar a los animales de la calle y ayudar puntualmente a uno, buscamos trabajar en las castraciones. Sabemos que no podemos llegar a todos por el espacio y las dificultades económicas".

El abandono

Dejar a un animal en la calle no sólo le da desamparo a un perro o gato, sino trae múltiples problemáticas en la zona. La realidad del sur está determinada muchas presencias en las calles. "Quilmes es un Municipio muy grande y por la pandemia zoonosis no trabaja como debería. No se hacen la cantidad de castraciones necesarias. Si bien de a poco van a ser más, necesitamos que se profundice. Con esa acción va a bajar la población abandonada".

Asimismo, muchos llegan al refugio para intentar conseguir un alojo temporario, que termina siendo bastante extenso. Así, se fue generando un conflicto estructural para Adopciones Quilmes. Igualmente, las puertas siempre están abiertas.

Choque de realidades

Jimena muestra un profundo amor por todos los animales que tuvo en sus manos. También por los que no. Sin embargo, esa pasión es muy distante con la realidad que le toca afrontar diariamente. "Nos llegan animales judicializados por maltrato. Algunos vivían en carritos de supermercados atados con las patas para arriba. Otros que no veían la luz del sol porque estaban encerrados. Anémicos, golpeados, deshidratados, atropellados. Es muy triste."

Buscan lo mejor para los perros y gatos, pero se encuentran con miradas totalmente diferentes a las de ellas. Muchas veces la bronca sale a flote, a pesar de que buscan ser contemplativos con todos."Nos enojamos con la gente porque no somos un depósito de animales. No podemos creer el destrato. Hay que respetarlos y tratarlos bien. Empatía, respeto, cuidado y la castración es nuestro lema".

El incendio

Entre lagrimas, Jimena rememoró el trágico incendio que padecieron meses atrás. A pesar de haber sido un hecho tan feo, generó un fortalecimiento importante para continuar el trabajo. "Una noche nos llamaron que se prendía fuego el refugio con los animales adentros. Murieron muchos gatos. Los perros se salvaron. Con que muera uno ya es triste. Empezamos a pedir ayuda en redes y cuando llegamos ya había un montón de gente", comenzó.

Entre pedidos de agua y sacar a los animales, muchas manos dieron un apoyo para dar una rápida respuesta. "Los veterinarios nos ayudaron. Realmente ver casi 500 personas fue algo increíble. Ahí tomamos la dimensión de nuestro trabajo y la confianza de la gente. Fue horrible para nosotras, pero ver las donaciones fue increíble".

El lema

"Estamos en contra de la compra de animales. Llévense uno de la calle que van a ser super felices. Rescaten del maltrato y hagan las denuncias. Hay mucha más conciencia y hay que insistir en la justicia. Ámenlos porque ellos son todo".

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