Tras el escándalo desarrollado ayer en las puerta de la institución donde se atrincheraba el acusado de violación, las familias Instituto Benito González de Bernal siguen presentes pidiendo justicia.

Hay veces que las imágenes hablar por si solas. En la tarde de ayer un grupo de padres del Instituto Benito González de Bernal irrumpieron en la puerta del colegio porque un acusado de abuso aún estaba en funciones. Claudia, la madre de una nena que asiste al establecimiento, confirmó el motivo de los desmanes: "La directorio primero dijo que el hombre no estaba y el acusado salió a la puerta del colegio".

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Si bien se protege la identidad y la situación padecida por la victima. Se confirmó que se trata de una niña de 9 años, quien habría sido abusada en el interior del establecimiento por parte de un trabajador del colegio y sería el hijo de la dueña. La Unidad Funcional de Instrucción Nº 8, a cargo del fiscal Alejandro Ruggeri, se hizo cargo de la situación.

Convocadas para acompañar la denuncia radicada y el reproche a la falta de gestión organizacional, las familias de la comunidad educativa se hicieron presentes a primera hora del día. "Se suspendieron las clases hasta nuevo aviso", indicó en su inicio la madre. Sin embargo, lo más preocupante surgió posteriormente de sus palabras. Confirmando que hay nuevas historias de menores afirmó: "El hombre se metía en el baño de las nenas y las miraba".

Según pudo conocerse desde las propias voces de las familias, la denuncia estaba radicada desde el martes en la Comisaría de la Mujer y la Familia de Quilmes. No obstante, el miércoles comenzó a llamar la atención de forma masiva por quienes no se habían enterado, ya que no les permitían a los menores ingresar al baño. Ya en el día de ayer la manifestación se desarrolló en las puertas del colegio y, como confirmó Claudia, "el padre denunciante quedó preso" por los incidentes.

Los incidentes

El Instituto Benito González de Bernal se encuentra en el cruce de las calles Viejo Bueno y Misiones. Allí, las familias se acercaron para recibir una respuesta de las autoridades escolares respecto de la situación denunciada. Según la palabra de los padres, la directora habría afirmado que el acusado no se encontraba en el establecimiento y luego fue visto detrás de la puerta. Ése fue el momento en que comenzaron los desmanes.

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Entendiendo que había un refugio institucional porque el denunciado estaba atrincherado en el colegio, la situación se tornó violenta. La policía intervino con balas de goma y gas pimienta. Por su parte, las familias se defendieron con piedras y todos los elementos contundentes que habían en el lugar. Si bien de ambos lados hubo heridos, lo trascendental es la detención del padre de la víctima.