Padres de la Primaria Nº 11 y de la Secundaria Nº 29 de Los Polvorines se contactaron con El Bonaerense y le contaron las pésimas condiciones en las que estudian sus nenes.

La situación en los colegios de la zona norte del conurbano y en otros puntos del país es muy complicada. Y la crisis se acrecentó con la ola polar. Uno de los casos más terrible se dio en la Escuela Primaria Nº 11 y en la Secundaria Nº 29 de Los Polvorines (Malvinas Argentinas). Allí, hay hasta salones sin vidrios en las ventanas.

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Los padres de los nenes de esta escuela, con Sabrina a la cabeza, se contactaron con El Bonaerense para visibilizar el difícil contexto en el que deben estudiar sus niños. “Tuvimos que hacer hasta un paro de alumnos para que, ante el escrache, alguien aparezca”, expresó. Sin embargo, no todo fue color de rosas...

Luego del paro de alumnos, el municipio encabezado por Leonardo Nardini y Noelia Correa intentó tapar el sol con la mano. No obstante, los padres cuentan que problemas son gravísimos y los estudiantes son rehenes de la falta de acción de la política local y provincial.

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Ante la falta de estufas a gas en los salones, padres viralizaron una imagen que proponía el paro de alumnos para visibilizar lo que ocurre. Días atrás el personal docente de la escuela ya había colocado un cartel en el portón del establecimiento educativo.

“Ante el escrache y el paro, se movieron. El martes a la mañana vino una cuadrilla pero sólo prendieron las estufas y marcaron las que no andaban. "Nosotros no arreglamos", nos dijeron. Sólo cerraron el paso a las que no andaban”, explicó la madre, consternada por la situación.

Y en el mismo sentido, agregó: “Quedaron en venir ese mismo día a la tarde y no vino nadie. En resumen: no arreglaron nada”.

“De todos los salones que están en el patio externo (sin techo) sólo uno tiene estufa andando porque las otras tenían pérdida de gas. Incluso llegan a faltar vidrios en las ventanas”, contó la madre de tres niños de estas dos instituciones estatales. “No entendemos qué pasa, nadie se hace cargo”, expresó con indignación.

Ante la ola polar la cooperadora de padres puso dinero para comprar estufas eléctricas para intentar frenar un poco el frío de los nenes. Pero son alrededor de nueve salones y sólo hay seis estufas, que sólo sirven para ambientar lugares muy chicos. Encima hay salones sin vidrios”, expresó.

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Lógicamente, estas pequeñas estufas no dan a basto. “Y el establecimiento no esta apto para tanto consumo eléctrico. Los padres ya nos quejamos pero el municipio no arregló nada”, finalizó.