“Por favor, señor intendente, la localidad es un espanto”, expresaron los residentes en redes sociales. 

Los vecinos estallan de furia cada vez que el municipio anuncia una nueva obra, si son cámaras, responden que faltaban luces, si son arreglos de calzadas, exigen que se hagan las más viejas primero, y ni hablar de las promesas sin cumplir de principios de campañas. 

La gente de William Morris, Hurlingham y Villa Tesei, están hartos de escuchar soluciones y nunca verlas resueltas, y de esta manera,  lo demuestran en redes sociales, “Pronto hará un año que lucho para que me cambien la luminaria·, comenzó su reclamo Maria de Morris.

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Y continuó: “Llamo casi a diario y ni noticias, la basura domiciliaria la recogen cuando quieren, el barrendero también, un desastre, eso sí, el impuesto llega bien tempranito”. En esta línea, se presentó Silvana, del centro del distrito quien exigió “Por favor alguna solución en la calle Villegas y Bustamante, se congestiona mucho y se corre peligro”.

“Deberían hacer lomos de burro por que la velocidad en que circulan por es muy fuerte y no hay controles”. A su vez, Marta, del Barrio Santa Clara, agregó que hay un “tremendo pozo en la esquina de Huici y Piovano, es una calle muy transitada de día y de noche. El que no conoce la zona se encuentra con semejante agujero,y ya nos cansamos de rellenar con cascotes”.

Las quejas de la zona no son solo sobre calles y luces, sino que la salud, deja mucho que desear. “Es muy importante que en el Hospital de Hurlingham incorporen al plantel Médico: Reumatología y Gastroenterología, porque hay que irse lejos para encontrar esas especialidades”.

En este sentido, que se sumen más especializadas sería un logro ya que ni siquiera tiene los insumos suficientes para una simple guardia, y en ocasiones, hasta los profesionales faltan. “Un hospital sin médicos, eso tenemos acá”, dijo Andrea. 

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Las quejas son interminables, la gente está cansada de reclamar y no ser escuchada, a lo mencionado, se suma la infaltable inseguridad y hasta la carencia de Zoonosis, que según vecinos, no hay castraciones de animales o si las hay, son muy pocos para el número que se necesita. 

“Hay lugares que no tienen agua corriente, hay otros que tienen un agua de una cooperativa que no sirve porque tiene tanto sarro que no se puede tomar, destruye todas las cañerías , termotanques , calefones , griferías; los elementos de cocina quedan todo con sarro y así podría hablar de muchas cosas que están mal hechas,  en fin, la localidad es un espanto”, cerró Marta, de Morris, indignada. 

Por Micaela Molina