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Surgió en Merlo pero se fue expandiendo por distintas zonas. Sandra Martínez, una de las responsables, habló con El Bonaerense.
Todas las personas deberían poder alimentarse diariamente sin problemas. Sin embargo, se sabe, esto no ocurre y, en ese marco, los merenderos son una pieza clave para garantizar la comida de muchas familias necesitadas en los barrios del Conurbano. Sandra Martínez, una de las responsables de la Asociación Civil Brazos Abiertos, habló con El Bonaerense.
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“Yo soy presidenta de una asociación civil, con la cual trabajamos en Acción Social, trabajamos con personas en situación de calle y con problemas de adicción”, comenzó contando la mujer. Y agregó: “Tenemos un dispositivo para hacer seguimiento a las familias”.
En base a esto, comenzó con la red de merenderos. “Esa es la otra parte, que comenzó de a poco y hoy ya hay varios merenderos, o centros comunitarios. Esto no lo articulamos con ningún municipio, con nadie, ya que no dan respuestas a estas necesidades”, contó.
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“Nos cuesta articular con municipios, entonces lo hacemos a pulmón, cuesta mucho pero se puede hacer. Le damos asistencia con comida tres veces por semana a la gente de bajos recursos, en los barrios más alejados de los municipios”, explicó.
“Trabajamos en los sectores donde a los municipios no entra a trabajar, no les interesa llegar. Y, como dije, trabajamos a pulmón. Estamos trabajando ahí, dando comida para ayudar en lo más que podemos a todos los que asisten”, sostuvo.
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Estos, al ser barrios tan alejados, hay muchas familias de bajos recursos. “En cada uno de esos centros comunitarios tenemos alrededor de 20 o 30 familias que vienen a buscar alimentarse”, relató Sandra.
En un merendero, claro, hay otras necesidades además de la comida. “Hay familias que carecen de medicamentos, carecen de una colcha, un colchón… Trabajamos en todos esos sectores”, especificó.
Además, según lo que contó, buscan generarle empleos a esas personas. “Ahora buscamos poner una panificadora para poder tener un ingreso para que las mismas familias puedan armar un banco de herramientas y tener ingresos”, contó.
“Si bien publicamos mucho en las redes (cosa que nos cuesta mucho), lo que más nos ayuda es el boca a boca. Con eso logramos que la gente nos dé cosas que ya no utilice. Buscamos así tener recursos para abastecer a la gente que en realidad lo necesite”, relató.
“Queremos que mucha gente más se sume a colaborar en los barrios, para Navidad todavía no tenemos nada porque carecemos de recursos, necesitamos sumar cosas”, finalizó.
