Ingresó por un traumatismo de cráneo y murió por un derrame pleural (de pulmón). Noelia, su madre, le contó todo a El Bonaerense.

Santino tenía 4 años cuando murió luego de que le dieran tres diagnósticos distintos (y equivocados) en el Hospital Municipal Larcade de San Miguel. El hecho conmovió a todo el país y provocó la bronca de los vecinos. Sin embargo, tan sólo algunas horas después, falleció Elian Vizgarra, un bebé de 10 meses que ingresó por un golpe en la cabeza y murió por un derrame pleural (pulmón). ¿Qué hizo Jaime Méndez y el municipio ante todo esto? Por ahora nada...

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El dolor irreparable de una mamá (en esta ocasión dos, porque fueron dos víctimas de presunta mala praxis) es el dolor de todo un distrito que ya no sabe cómo lidiar con la salud pública del lugar donde viven. El centenar de reclamos no llega a nadie y provoca una desazón sin precedentes.

Y aunque la muerte de esta criatura en cuestión de semanas comenzaría a dar sus primeros pasos impacte en toda la población, nadie lo sufre como Noelia, su mamá, que hoy no encuentra consuelo pero que busca luchar para que nadie más sufra algo así. Por eso, habló con El Bonaerense en una extensa charla y contó todos los detalles.

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Con varias pausas por no poder contener sus lágrimas, de a poco Noelia comenzó contando todo: “El sábado fui al baño dos minutos y mis nenes lo cuidaban, pero se cayó y se golpeó la cabeza”. Al ver que pudo ser algo importante, la mamá prefirió llevarlo al hospital Santa María para que lo vean. “Estaba bien, sólo asustado”, explicó.

Efectivamente, la madre estuvo en lo correcto al llevar al bebé al hospital ya que en las placas salió que tenía un pequeño hundimiento de cráneo. “Fue duro que me digan eso, pero me dijeron que estaba bien y lo derivaron al Larcade, donde las enfermeras comenzaron tratándonos muy mal”, contó.

Así como revelaba la placa, la tomografía también mostró un pequeño hundimiento de cráneo. “Tuve que ir yo a buscar a los doctores. Recién ahí me dijeron que ellos preferían hacer una operación para que el bebé no crezca con ese hundimiento, que le iba a provocar una deformidad en la cabeza”, reveló.

Sin embargo, nada era como le decían. “Me dijeron que le iban a levantar un poquito el hueso y que no corría ningún riesgo, que no iba a ser nada”, expresó Noelia, sin poder contener las lágrimas y el dolor.

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Hasta ese momento, todo marchaba relativamente normal más allá del maltrato de las enfermeras y la poca presencia de los médicos, según expresó la denunciante. “Tampoco le daban de comer porque debía hacer ayuna antes de la operación, que debía ser a las 14 y recién a las 16:30 vinieron, el nene estaba con mucha hambre”, contó.

La mujer entró al quirófano y presenció la primera parte. “Me pidieron a mí que lo calme, se quejaban de todo, hasta de los artefactos de ahí, renegaban que no andaban algunas cosas”, contó. Y agregó: “Le di el último besito a Elian y se durmió. El cirujano me dijo que lo tenían que intubar y me sacaron del quirófano”.

“Estuve dos horas afuera esperando a que me llamen. Tuvo que ir la chica de limpieza para que abran la puerta y no les quede otra que mirarme y hablarme. Al ratito me abrieron y me dijeron que lo lamentaban, pero que el bebé había muerto por un derrame en el pulmón”, contó.

Pero, ¿de dónde salió ese derrame? “Me dijeron que ya había entrado al quirófano con ese derrame pero no tenía nada, las placas no decían nada de los pulmones. Y él estaba perfecto, activo, quería jugar, es inexplicable que haya tenido un derrame en el pulmón”, reveló.

“No encuentro explicación. Tiene que ser porque le pusieron el tubo mal, no entiendo. Me reventaron el bebé. Ay Dios. Si me decís que le operaron la cabeza y ahí algo salió mal, te puedo creer, pero esto no. Él estaba bien, nadie entiende. Policías, municipales, enfermeros, doctores... Nadie entiende por qué lo entubaron y por qué murió de eso”, explicó entre el llanto.

“Yo lo acosté en esa camilla y no lo pude volver a levantar. Le salía sangre por la boca y la nariz, no sé qué le hicieron. Ay Dios”, contó sobre el aberrante momento. Y agregó: “Le había comprado un montón de cositas para que cuando salga coma y juegue tranquilo y feliz, pero me lo sacaron, no pudo disfrutar nada mi hijo”.

“Estamos esperando respuestas y seguiremos pidiendo justicia. Los forenses mismos nos dijeron que hay algo que no cierra. Queremos que se haga algo y no le pase a nadie más”, finalizó.

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