El acusado de parricidio no respondió el teléfono en las horas en las que se produjo el asesinato de sus padres.

Se complica la situación judicial de Martín Del Río, principal sospechoso del asesinato de sus padres en Vicente López. En las últimas horas, lograron abrir los dos teléfonos celulares del hombre acusado de parricidio y obtuvieron una nueva prueba.

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Los móviles secuestrados del imputado mostraron que en el horario crítico en el que se cometieron los asesinatos de Enrique del Río y Mercedes Alonso, el acusado no contestó mails ni mensajes con sus aparatos telefónicos.

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Al día siguiente de la detención de Del Río, durante su indagación, el sospechoso había explicado que tras una reunión que culminó a las 16 en un bar de Palermo, caminó hasta el Hipódromo de dicho barrio porteño, allí se tomó un taxi y volvió a su camioneta, que había dejado estacionada en Núñez, donde permaneció hasta las 18.30 contestando mensajes de WhatsApp y mails.

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No obstante, nada de eso sucedió, según las pericias. “En una primera revisión que hicimos del celular que usaba con frecuencia Del Río, ya comprobamos que su coartada es falsa. La tarde del 24 de agosto en la franja horaria clave, no envió ningún correo electrónico”, expresó una fuente judicial.