El Bonaerense habló con Juan Gull una de las estrellas del equipo masculino de beach handball que se coronó con la medalla de oro en la competencia juvenil desarrollada en Rosario. Conocé su camino, la conquista y el futuro que tiene por delante.

Desde la participación en Londres 2012 por parte del seleccionado masculino de handball indor, el balón mano en Argentina inició un proceso de prospero crecimiento. El trabajo de los Gladiadores y la Garra ha ido en levantada, lo cual generó un mayor interés por éste deporte en las nuevas generaciones. Desde sus cuatro años, Juan Gull siente una profunda pasión por el handball y las referencias del representativo nacional fueron una gran motivación para su desarrollo.

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El pasado 19 de mayo cumplió sus 18 años. A pesar de su corta edad, el joven quilmeño ya tiene una larga trayectoria deportiva y un logro difícil de olvidar. Semanas atrás se consagró campeón de los Juegos Suramericanos de la Juventud Rosario 2022 con la Selección Argentina de beach handball. No obstante, sus inicios no fueron en la novedosa modalidad contemporánea, sino en indor.

"Arranqué a los cuatro años y también practiqué hockey. Por medio de mi papá, comencé en el club alemán de Quilmes" , reconoció el integrante del representativo nacional. A diferencia de muchos chicos de su edad, su infancia no estuvo detrás del fútbol, sino por el contrario del balón mano. Su profunda dedicación lo llevó a alcanzar un sueño de toda la vida.

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Abocado con un carácter profesional al handball, desde chico tuvo una seriedad importante para darle un rol especial al deporte. Así, con buenas actuaciones a nivel de clubes consiguió comenzar a ser visibilizado por los captadores de talentos de la Confederación Argentina de Handball. "Hace cuatro años estoy entrenando en la Selección Argentina. Mi debut fue en el torneo Centro Sur que se desarrolló en Buenos Aires para las eliminatorias del Mundial".

De esa manera, a sus 14 años dio inicio a un camino de ensueño que lo llevaría a la reciente consagración. No obstante, desde su mirada la selección tiene un espacio diferente que debe ser explotada al máximo. "Hay que disfrutarlo al cien por ciento porque pasa muy rápido. Fue una cosa increíble que haya tanta gente. venían a pedirnos fotos, era como cuando era chico".

Juegos Suramericanos de la Juventud

Así, Juan, quien desde los cuatro años inició su gran sueño de representar a Argentina en un evento internacional, se dio el lujo de vestir la camiseta albiceleste en Rosario. Con mucha convocatoria de residentes locales y un gran rendimiento de la delegación nacional, pudo pararse en lo más alto del podio en una definición para el infarto. No obstante, la preparación había sido la sufienciente.

"Las expectativas eran muy altas. Estábamos aspirando a meter podio y por suerte pudimos resolver muy bien los partidos. Llegar a la final fue increíble y la terminamos ganando. La verdad es que en el momento no caía, pero después si. Vi que tanto sacrificio estos cuatro años valieron la pena para consagrarnos en casa", comentó.

Es evidente que el gran rendimiento de los Gladiadores y la Garra tuvieron serias implicancias en las nuevas camadas handball en Argentina. Sin embargo, los últimos logros importantes que se consiguieron a nivel juvenil estuvieron distanciados de los espacios tradicionales del deporte y mucho más vinculados a la playa. El beach trajo una noveda y, por ello, la reflexión de Juan narrando las dificultades de la preparación.

"Los cuatro años fueron muy duros ya que al ser un deporte nuevo, tuvimos que ir aprendiendo poco a poco las reglas de juego. También conocer las distintas sistemáticas de juego que a día de hoy se siguen aprendiendo. Por suerte no tuve que dejar nada de lado porque pudimos arreglar con los entrenadores para poder organizar los horarios lo mejor posible. Así, no interrumpieron ninguna actividad que tengamos, como ir al colegio o ir a entrenar al club" , afirmó.

De esa manera, de un día para el otro se encontró con una realidad totalmente diferente. Cambió el piso por la arena, el pique por la destreza y un sin fin de modificaciones del nuevo deporte. "Distinto que el indor mientras jugas se escucha música y yo creo que eso es un plus, porque te motiva más al momento de jugar y la gente cada vez se va sumando más al deporte, ya que es mucho más divertido al momento de jugarlo".

Sus nuevas metas

Como deportista que viene trabajando duro desde su infancia, su logro lo dejó muy contento pero lo motivó a ir por más. Por delante estará el Mundial para su categoría y podría ser una gran experiencia para Juan. Sobre todo porque tiene grandes expectativas. "A argentina la veo muy bien para este Mundial, nos venimos preparando hace mucho para este torneo para poder dar el mejor rendimiento de cada uno de nosotros y poder dejar la bandera en lo más alto que se pueda".

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Sin embargo, al tratarse de un deporte amateur en nuestro país, sus deseos no sólo tienden a triunfar con la albiceleste, sino lograr progresar personalmente dentro del ámbito del handball. "Mi sueño es algún día llegar a la Liga Alemana porque creo que es una de las más competitivas. Cualquiera le puede ganar a cualquiera porque hay muchos equipos parejos. Igualmente, me gusta del beach handball el ritmo de juego, es más didáctico más divertido, y lo recomiendo".