Este establecimiento funciona en la casa de su fundadora, el cual es coordinado por un grupo de personas que no dudan en brindar su tiempo a quienes lo necesitan. Es así que en esta oportunidad, El Bonaerense estuvo junto a Mariela, la mujer que hizo que este lugar fuera posible.

Este espacio, está ubicado en sobre la avenida Valentín Vergara e/ 12 y 13, N°1239, en Berazategui. Dicho espacio, se enfoca en el cuidado y la asistencia de quienes necesiten una mano. Sin discriminar y con todo el propósito de ayudar, así es el trabajo dentro del merendero, el cual resguarda a niños, niñas mujeres víctimas de violencia y personas de la comunidad trans, entre otros.

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Sin discriminar a nadie por su orientación sexual, religiosa o ideológica, este lugar cuenta con un gran abanico cultural. Donde la base está puesta en la solidaridad, así es como  vecinos, colaboradores y coordinadores llevan adelante este merendero, el cual siempre  está a voluntad de los necesitados. En donde además, se realizan eventos a benéfico, como cortes de pelo, bolsones de comida, rejunte de donativos, etc.

El merendero Mariela Arce, inició en 2021  durante la pandemia, donde comenzó a brindar servicios a los vecinos necesitados del barrio. Sin embargo, tal como estableció su mayor referente este espacio, tiene lugar para todos y sus puertas siempre están abiertas para quienes lo necesiten.

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Un espacio para la comunidad

“Un día viene una compañera mía de “chicas travestis”, quien estaba en situación de calle, la invite a comer a mi casa y así empecé”, comentó Mariela a este medio y continuó: “Después empecé a hacer viandas y así empezó, no es que fue algo programado, sino que se fue dando y la cantidad de gente fue creciendo”.

A través de amigos y personas que fueron colaborando con ella, el espacio comenzó a  contar con más artículos, tantos donados por Cáritas como por los empleadores de Mariela. De esta manera, comenzó a contar con gran cantidad de alimento y empezó a ayudar a los vecinos, armando bolsones de comida, ropa, juguetes que fueron donados incluso a otras provincias.

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De esta manera el merendero comenzó a crecer, amigos y conocidos de distintos espacios, decidieron empezará  a emprender en este lugar. “Comenzamos con cinco personas y ahora tengo 35 a mi cargo”, manifestó esta vecina y continuo: “Mi espacio cuenta con personas, gays, trans, lesbianas, cis y eso es diferentes a otros espacios”.

Asimismo manifestó: “Lo que busco es vivir en comunidad, porque yo convivo con distintos tipos de personas, porque somos todos personas y nadie es exclusivo de nada, no tengo porque discriminar a nadie por su orientación y sus gustos, porque sería hacer exactamente lo mismo que me hicieron a mí”.

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Por otro lado, Mariela manifestó su agradecimiento a quienes siempre la ayudaron y colaboraron con elle ay su espacio. “También quiero agradecerle su apoyo a las cicas de la Asociación Civil Rosa Naranja de Buenos Aires, Marcela Tobaldi y Madeline Valverde, quienes hace tres años me ayudaron a tener mi documento de identidad”.

Ayuda y solidaridad

Mariela, supo hacer  de sus aciertos y sus fracasos su fortaleza, de su casa logró hacer un espacio recíproco, donde todo el mundo es bien recibido y cuenta con otra oportunidad.  “Tengo en  casa  un chico que vino ahora del movimiento Evita, a quien en noviembre lo echaron porque él tiene problemas de adicciones, él es alcohólico, le dicen desde el movimiento que se busque otro lugar, me habla y lo traigo conmigo", manifestó y continuó: "Lo único que yo le propuse  es hacer actividades y que durante las cuatro horas que venga a trabajar él no tome alcohol y que después de haga lo que quiera, pero acá tiene una responsabilidad”.

La casa de Mariela, es un lugar que lleva mucho corazón y apoyo de la comunidad, donde los vecinos se ayudan mutuamente y hacen que este espacio continúe abierto. “Todo se hace desde mi casa, se cocina acá, se come acá,  mi hogar es su espacio”, detalló.

Cabe señalar que, dentro de todas las  labores solidarias, se siguen organizando muchas más. Puesto que para este 20 de agosto, se realizará un gran festejo por el día del niño, el cual se realiza en el merendero a partir de las 13 horas. Donde los vecinos están más que invitados a participar. Puesto que, de no ser por ellos, por la aceptación y sus donativos este lugar no contaría con la magia y el corazón que cada persona pone para su funcionamiento.