Gabriel y Gonzalo Moyano son dos hermanos de Berazategui que explotaron su imagen en plena pandemia, al participar del emblemático reality de cantantes. La sensibilidad de ambos llegó a los televidentes para explotar sus carreras. El Bonaerense habló con el mayor del dúo.

Las raíces siempre se imponen y la cultura trasciende a partir de los contactos generacionales. A pesar de no haber nacido en el norte, los hermanos Gabriel y Gonzalo Moyano sienten el folclore desde lo más profundo de su ser, al haber sido influenciados por las costumbres tucumanas de parte de la familia paterna. Por ello, desde Berazategui, continúan el legado y buscan proliferar el folclore por todo el conurbano.

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Los inicios

Si existe un notable lugar en donde uno puede sumergirse en lo más profundo del folclore ese espacio es sin dudas las peñas. La diversidad de ritmos, personas, bailes y cantantes atraviesan la esencia del evento y enamoran a quien le circula por la sangre el sonido del zapateo. "A los 3 o 4 años me regalaron un bombo tehuelo y comencé a tocar con una banda de mi viejo en peñas. Con mi hermano creo que arrancó todo como un juego. Armamos un escenario en mi casa y hacíamos como que dábamos un show. Mi abuelo y mi viejo se ponían de público”.

A diferencia de lo que ocurre con la gran mayoría de los chicos entre los 6 u 8 años, Los Moya tuvieron que tomar una decisión significativa para el resto de sus vidas. Además de ser apasionados de la música, jugaban al fútbol en los torneos barriales. Sin embargo, las dos pasiones generaban un conflicto. "Las peñas suelen durar muchas horas. Volvíamos muy tarde a casa y los domingos los campeonatos arrancaban muy temprano. Llegó un momento que tuvimos que decidir porque no dormíamos nada", comentó Gabriel.

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Al escucharlo hablar, uno puede percibir cuan profundo es el sentimiento que él tiene sobre el folclore. No solo por cantarlo y tocarlo, sino por disfrutar de los shows realizados por otros artistas. "El primer viaje que le pedimos a mi viejo hacer era ir a conocer el Festival de Cosquín. Es centro del alma de todo folclorista. Es algo sagrado", contó.

Así, en 2004, compartiendo escenario con su padre, comenzaban a gestar una larga trayectoria que este año cumple 18 años difundiendo por las peñas del conurbano. Siempre bajo el lema de plagar de música, tradición y cultura cada escenario que pisan.

Los realitys

Si bien siempre queda más cercano a la retina del ojo lo reciente, la experiencia de Los Moya tuvo un par de procesos antes de irrumpir en La Voz Argentina 2021. En 2009 se presentaron en Talento Argentino y produjeron un impacto poco esperado por toda su familia, ya que llegaron a semifinales.

"Fue una locura de mi hermano y mía. Estábamos mirando al primera edición e hinchamos para que nos anotaran en la próxima edición. Teníamos 9 y 10 años. Mi viejo nos dijo que íbamos a hacer el casting, pero que lo tomemos como un juego. Nos prevenía para no frustrarnos. Fue algo inesperado porque explotó mucho nuestra imagen y no lo buscamos. Conocimos varias provincias".

Años más tarde empezarían a tomar conciencia del logro conseguido y el notable alcance que otorga la televisión. Por ello, decidieron participar de Soñando por Cantar, donde también estuvieron en instancias decisivas. "Nos presentamos con guitarra y violín. Todos pensaban ¿Por qué unos pibes de Berazategui cantan una chacarera?".

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Asimismo, la experiencia que tuvieron les mostró un camino de relevancia para los demás jóvenes de la zona. "Siempre las peñas fueron muy concurridas por gente mayor. Pero hace 8 años empezaron a aparecer chicos de nuestra edad. Cuando salimos en Talento Argentino hubo chicos de Berazategui se animaron mucho más".

La Voz Argentina

El gran boom llegó en plena pandemia. Cuando las emociones estaban a flor de piel, se presentaron en la audición de La Voz Argentina el día que se cumplía una semana del fallecimiento de su padre, el gran bastión que llevó a Los Moya a sentir el folclore. "Fuimos con un poco de miedo a pesar de tener la experiencia. Queríamos mostrar que después de tantos años seguíamos luchando por nuestro sueño. No esperábamos que repercuta tanto nuestra audición", remarcó.

Si bien la gran mayoría se presenta con el deseo de ganar, hay muchos otros que lo emprenden como un espacio para mostrar su pasión y reafirmar el trabajo desarrollado desde el anonimato. Ellos quisieron audicionar previamente, pero la situación laboral no se los permitió. No obstante, terminó siendo un momento único. "En el llanto que me quebró fue sincero y la gente se sintió identificada. Era un momento que muchas personas habían perdido a un familiar cercano. Salimos del canal y los teléfonos explotaban. Con eso ya ganamos. Traspasamos la pantalla", contó.

Si bien la cuarentena no era tan rígida, al comienzo la repercusión se concentró en las redes sociales. No obstante, rápidamente los vecinos de Berazategui le hicieron sentir el cariño en cada esquina. Una foto, un saludo o sonrisa eran necesarios para reafirmar que el camino era el correcto. "Cruzamos chicos de cinco años que nos daban abrazos. Fue muy lindo".

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El viaje

La experiencia obtenida, el contacto cercano con las personas y la visión del crecimiento juvenil en la peñas, los motivó aún más. Buscando agregarle sonidos nuevos al show y animándose a producir temas íntegramente propios, Los Moya encaran un año de notable relevancia. "Fuimos a Santa Fe y había gente que viajaba a vernos. Fue una locura. Si no fuese por el programa, no nos conocían. Es muy loco ver que ahora nos van a escuchar especialmente a nosotros".

Ese ida y vuelta produjo un cambio notable en el dúo. La profesionalización, que buscaban previo a La Voz Argentina, inició a un ritmo voraz por el cual están prontos a presentar su nuevo proyecto en plataformas digitales. La música les abrió las puertas del país. "Gracias al folclore conocí el mar. Ahora queremos llegar a festivales nacionales. Peñas del interior y más. El gran sueño que tenemos es llegar al Festival Digital".

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A los 24 y 25, Los Moya cumplen 18 años en la música y buscarán impactar fuerte en el mundo del folclore. Con el temor de jugarse a producir letras propias, aprovechan de tener su propia barbería en Berazategui para darle más espacio a la música. Con la participación de Pedro Contreras en la batería y Roberto Carlos Sánchez bajo, conformaron una "familia que vive el folclore con pasión", cerró Gabriel.