Luego de tres días consecutivos con declaraciones ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 2 del Departamento Judicial de Lomas de Zamora, Alejandro Romero Lugo apuntó contra dos vecinas y se contradijo respecto versiones anteriores.

El doble femicidio de Ada y Cristina Iglesias en Monte Chingolo, cuando regía el Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO) por la pandemia de la Covid-19, comenzó a transitar el juicio contra el principal acusado. Sin embargo, para sorpresa de muchos, Alejandro Romero Lugo realizó una declaración insólita y vinculó a dos vecinas de las víctimas como las responsables de los crímenes.

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Hace dos años la familia de las víctimas vienen luchando para que se haga justicia por el brutal crimen de la nena de 7 años y su madre. Luego de una clara acusación por "doble homicidio agravado por alevosía y por el vínculo mediando violencia de género" contra Romero Lugo, el proceso recibió un cambio de discurso por parte del imputado.

Según trascendió de última instancia declaratoria, el acusado se declaró inocente e incriminó a una vecina de las victimas que tenía el deseo de quedarse con la propiedad. Si bien se nuevo discurso atenta contra la versión expresada anteriormente, Romero Lugo anunció que se encontraba amenazado de muerte para hacerse cargo de los sucesos.

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Sin embargo, desde la querella de la causa no pueden comprender semejante movimiento para desviar el foco del juicio. "Le faltó el respeto a las víctimas y a los jueces con una versión infantil", dijo a Télam Mariano Lizardo. Tanto en la detención como en la etapa de instrucción, el imputado había esbozado un discurso diferente sobre los hechos.

Juicio

Si bien la nueva declaración implica la necesidad de investigar la relación de "Natalia", la mencionada por Romero Lugo, la instancia judicial continuará el lunes con el trabajo de la querella y la defensa del imputado. El hermano de Cristina, su hija mayor, un vecino de las víctimas y un excuñado del acusado ya declararon en la causa.

Doble femicidio

El crimen ocurrió el 25 de marzo de 2020 y fue descubierto dos días después en la calle Domingo Punta 4064, de Monte Chingolo, en el sur del conurbano. Según establecieron los peritos, Cristina fue degollada en el marco de una pelea, mientras que su hija recibió cortes en el cuello.

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La División Canes de la Secretaría de Seguridad fue fundamental para encontrar a los dos cuerpos enterrados. El acusado había estado prófugo dos días y luego fue detenido. No sólo limpió la escena del crimen, sino que se apoderó del celular de Cristina para hacerse pasar por ella.