Viviendo en penurias dijo un hombre que elevó su denuncia al centro de atención vecinal y no tuvo respuestas positivas. Los escombros no sólo afectan a la calle, sino que tapan la boca de tormenta.

Estar cotidianamente viviendo entre basura y no contar con una respuesta de la gobernanza local para mejorar las condiciones sin dudas levantan el enojo de cualquier vecino. En Berazategui un hombre se encargó de mostrar cómo vive en penurias porque en su esquina no sólo se juntan los desechos, sino que llenaron de escombros la boca de tormenta y nadie va a sacarlo.

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En la esquina de Avenida Valentín Vergara y calle 22 un vecino mostró las pésimas condiciones sanitarias en las que se mueven diariamente. A la basura acumulada, ahora le agregaron desechos de construcción que tapan un posible recorrido del agua hacia la boca de tormenta. Por ello, afirmó haber llamado a atención vecinal y le dijeron que ellos no se encargan de escombros. Así, decidió destapar el desagüe por su propia cuenta y exponer al municipio desde las redes sociales.

De esa manera, su efusivo reclamo y pedido de atención despertó el grito de otros vecinos que también padecen la misma situación en diferentes zonas de Berazategui. "En la esquina de mí casa es lo mismo, no entiendo por qué todavía no pusieron contenedores en estos lugares donde ya se les hizo costumbre esto. Porque hasta que vienen a buscar las bolsas a veces pueden pasar semanas", dijo Rocío.

Si bien los mismos ciudadanos se reclaman entre sí porque la mugre termina ahí porque ellos mismos la tiran, el enojo está fuertemente dirigido hacia la gobernanza local. La falta de contenedores de basura o camiones para retirar las podas y escombros enoja a los vecinos. "Esto está hace como tres meses en la esquina de 141 y 42A. Llamas y nadie viene según el municipio no hay camiones, pero vas por el centro y calles aledañas y están parados", expuso Mercedes.

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Entre la desidia, la basura, los escombros y las boca de tormentas tapadas, es la voluntad de la comunidad la que se activa para liberar el paso. Las calles quedan reducidas a la mitad por la cantidad de desechos que hay en las esquinas. Por ello, los vecinos piden mejores respuestas para poder vivir en condiciones digas y no en un tiradero.