Le dejó un mensaje al malviviente: “Sr. chorro, no queda nada, ni siquiera laburo”

Lo que iba a ser un día de festejo y felicidad para Nicolás, peluquero de La Plata, terminó dándole una terrible sorpresa.

Tras un esfuerzo de años, había abierto su peluquería en Barrio Jardín, ubicada en 115 entre 80 y 80 bis, en la localidad de Villa Elvira hacía apenas dos meses.

El 31 de enero, Nicolás sufrió el primer robo. “Se llevaron una bomba de agua y conexiones, fue al voleo, y creo que ahí fue que ‘ficharon la propiedad’”, cuenta Nicolás en dialogo con El Bonaerense

Y al día siguiente, 1 de febrero, estaba yendo a abrir su local cuando se topó con la desagradable escena: le habían robado de nuevo, pero esta vez entraron y le destrozaron el local, llevándose todo lo que pudieron.

“Llegaba re contento porque estaba solucionando lo del día anterior, que entre amigos me ayudaron para poder seguir trabajando”, relata Nicolás.

Cuando llegó y entró a su peluquería, vio que que había luz adentro, cuando había dejado todo apagado. “Vi la ventana rota, y ahí caí, miré para atrás y me llevé la mala noticia. Mirar todo y caer fue un golpe anímico muy shockeante”, cuenta el peluquero.

Además, justo el 1 de febrero cumplía exactamente 2 meses de abrir su local. “Estaba pensando que promoción sacar para agradecerle a todos la mano que nos estaban dando y el regalo se convirtió en nada”, relata.

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Nicolás cree que volvieron al otro día. “Estoy seguro que fueron los mismos, no tiene sentido que pase 2 días seguido. Estoy imposibilitando de seguir trabajando porque no tengo las herramientas”, afirma.

Todo el barrio quedo shockeado. “Si bien yo abrí hace poco conozco el barrio desde que nací, los conozco a todos. Estamos acostumbrados a robos al voleo, motochorros, pero hace mucho no se veía algo así”, dice el vecino.

Y agrega: “Se que me voy a levantar, tengo fe, hoy me es imposible porque no tengo los elementos para trabajar. Recién estaba recuperando un poco de la plata que había invertido lo cual mucha la tuve que devolver”

Sobre el cartel que le dejó a los ladrones, Nicolás confiesa que: “Le deje el cartel en el momento, entre llanto y bronca, fue como decir ya viniste 2 días seguidos no sé que más queres venir a buscar, no tenes mas nada que venir a buscar porque ni siquiera me dejaste la oportunidad de trabajar”

Nicolás no encontró cámaras ni testigos del robo. “Tengo conjeturas, de que alguien pasó y miró, pero más allá de eso no se sabe”

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Por otra parte, los vecinos están realizando una colecta para poder ayudarlo. “Uno siempre que lo quieren ayudar, le cuesta aceptarlo, quiere hacerlo de su propio esfuerzo”, dice.

La mejor amiga de Nicolás es quién está ayudando con la colecta. los que quieren ayudar se comunican con ella. Para colaborar pueden hacerlo al alias Hair.studio.nm, a nombre de Bárbara Brown

“Agradezco a todos los que están aportando, son un montón de gente que está ayudando, me dieron una mano también para limpiar el revuelto”, finaliza.