El ciberdelito es, lamentablemente, moneda corriente en estos tiempos. Los mismos se llevan a cabo a través de páginas programadas para borrar, buscar y extraer datos personales sin autorización de la persona con fines económicos y de daños.

Cintia, es una vecina de Morón, a quien un estafador virtual intentó robarle dinero con una excusa muy particular. Al respecto, la ciudadana alertó la situación en redes sociales, más precisamente en un grupo de Facebook, donde manifestó el episodio que padeció y muchas personas además de apoyarla, comentaron situaciones similares.

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“Atencion! Estafador suelto. Ya denuncié el ciberdelito en la comisaría 1 de Morón” comenzó a contar la joven, y continuó: “Ya hay varias personas que fueron víctimas… Él usa el mismo teléfono y el mismo CBU”.

Presuntamente, el delincuente opera con un modus operandi que se basa en hacerse pasar por otra persona, anunciando su número nuevo y en la conversación, aprovecha para pedir dinero prestado por una aplicación de transferencias bancarias. 

El Bonaerense se contactó con Cintia quien confesó que tras haber hecho la denuncia en la comisaría mencionada, no tiene novedades al respecto. “Me dijeron que esto queda en la nada. Que así, como mi denuncia,  hay muchas por día y que las envían a la fiscalía a ser un número más”, manifestó la vecina.

En esta línea, aunque la joven otorgó todos sus datos y pruebas, este tipo de delitos parece no tener culpable. “La idea al publicarlo fue visibilizar esta estafa, por eso lo subí en los grupos de Morón y hasta con los datos del tipo”, contó Cintia. 

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La declaración de la moronense consistíó en la situación que pasó con su amiga. Justamente ambas estaban charlando vía whatsapp, cuando a una de ellas le llegó un mensaje diciendo que era Cintia y que había cambiado de teléfono, y a su vez, le pedía una suma de dinero prestado.

Como las amigas estaban hablando, se dieron cuenta que ese chat era falso, entonces siguieron el juego del estafador hasta que él le brindó datos personales. En este contexto lograron dar el presunto nombre y apellido del sujeto y finalizaron la conversación para luego difundir y avisar a sus conocidos.

Afortunadamente, en este caso no se llegó  a cometer el robo ya que ambas lo descubrieron. “Justo estaba hablando con mi amiga por un grupo cuando le llegó a ella el mensaje en simultáneo, entonces seguimos la charla mientras yo alertaba a todos mis contactos y él daba su CBU de MP”, contó la vecina a este medio.

Y detalló que pedía 20 mil pesos. Lo insólito es que aun no se sabe de qué manera el delincuente usó los datos de la chica. “Tengo todo con seguridad doble. Pero la foto que usó era de mi Facebook...así que estimo que vino por ahí. Tuve que cambiar todas las claves”, dijo Cintia. 

Además, contó que: “A una chica de Ituzaingó,  el mismo estafador, logró sacarle dinero”.  Definitivamente esos ladrones actúan con páginas que logran, como se  mencionó, sacar información destinada a extraer datos para provocar un daño.

Por otro lado, tras la publicación de la protagonista, Graciela, también vecina del distrito dio su testimonio: “A mí particularmente me sucedió el año pasado cuando me vaciaron mi cuenta sueldo. Gracias a Dios con denuncia policial, en el banco pudieron verificar que yo no fui la que hizo las compras virtuales y pudieron devolverlo”.

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Y recomendó: “Otras formas de estafas son vía telefónica. Te llaman de cualquier lado por promociones o por tarjetas de créditos que uno nunca las pidió ni las tiene. Me asesoré y me dijeron que hay un programa Nacional que se llama No Llames. Ahí te registras dejas tus números telefónicos y nadie puede llamar para hacer estafas ni para ofrecer publicidades que intentan convencerte de mil maneras”.

Hasta el momento, los vecinos de Morón permanecen alertas ante estos posibles robos de ciberdelitos, gracias a personas como Cintia que avisan y difunden lo sucedido, evitan que otros pasen por lo mismo ya que en el mejor de los casos se darán cuenta, pero sí quizá le sucede a un adulto mayor o a alguien desprevenido, son hechos que pueden provocar no solo un malestar sino una pérdida irreparable.