Un periodista intentó grabar el momento en que operarios de la fábrica de Rafael Castillo trabajaban elaborando una de las clásicas golosinas consumidas por generaciones anteriores, pero el resultado no fue el esperado.

Las Mielcitas y Naranjú son del oeste, más precisamente de la localidad matancera de Castillo donde debido a la pandemia, tuvo que cerrar las puertas. Sin embargo, en la actualidad, volvió a abrir y los fanáticos estallaron de felicidad hasta que se toparon con un viral que muestra cómo se realizan estas golosinas.

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La idea principal del video era recordar la popular infancia de muchos adultos ya que era el aperitivo barato y que más se consumía en colegios y barrios, pero en la grabación se vieron delatadas condiciones higiénicas no tan agradables para los usuarios…

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Lo peor de todo es que la golosina tiene la peculiaridad de que para comerla hay que tener contacto directo con el paquete y la boca del niño. Sin embargo, algunos defendieron la producción, mientras que otros, prometieron dejar de consumirla.