Sus dueñas, que aún no pierden las esperanzas de recuperarla, hablaron con El Bonaerense.

Muchas personas crían a los perros o a los gatos realmente como un miembro más del hogar, como un hijo más. Sin embargo, en Marcos Paz hay un caso muy particular que desde hace un largo tiempo está en boca de todos: La relación de una familia con una yegua, quien fue durante 14 años la mascota preferida de todos, hasta que hace tres años un ladrón cortó el alambre de la casa y se la llevó.

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Antonella, una de las dueñas del caballo, habló con El Bonaerense tras la última gran viralización que tuvo el caso en las redes sociales. El robo volvió a explotar públicamente puesto que llegó información de que la estaban usando para trabajar en zona sur.

¿Por qué están tan seguros de que la vieron si es sólo un caballo? Porque esta yegua era muy fácil de distinguir, muy distinta a cualquier otro caballo por sus rasgos distintivos. Su color blanco y sus ojos zarco (celeste y negro), son únicos.

“Se hizo bastante viral en las redes sociales. Me llegaron muchos datos y me habló mucha gente. Fuimos a buscarla a diferentes lugares pero en todos los casos, hasta ahora, no era. Era una yegua muy distinta a todos los caballos”, sostuvo Antonella, quien no pierde las esperanzas de encontrarla pese al tiempo que llevan separadas.

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“La yegua era de mi hermana Silvana, pero mascota de toda la familia. Se crió desde chiquita con nosotros, como mascota. Nunca la usamos ni para desfile ni ningún trabajo. Era de compañía. Algunos tienen perros, nosotros la teníamos a ella, desde mis 12 años (hoy tengo 29)”, explicó.

Sin embargo, hace tres años, todo cambió. “Nosotros no estábamos en la casa, estaba el cuidador a la madrugada.. Nos contó que entró gente al lugar cortando el alambrado, se metieron y se la llevaron”, contó, con tristeza.

Y agregó: “Nos dio mucha bronca e impotencia que la puedan llegar a usar para trabajar, como nos llega la información. No estaba acostumbrada a eso. Que la roben y la usen para un trabajo o la maltraten es nuestra principal preocupación”.

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Y, sin perder las esperanzas, describió al animal: “Se llama Blanqui, mide 1,70 de altura, más o menos pesaba 600 kilos en su momento. No sé cómo estará hoy (ojalá que esté viva, no lo sabemos). La buscamos mucho, se compartió muchísimo en las redes”.

“Me llegaron muchísimos datos y siempre fuimos a ver todo, por las dudas. Nunca pudimos encontrarla pese a que era muy distinta al resto. También hicimos la denuncia en la comisaría de Marcos Paz y en La Rural pero jamás hubo respuesta o ayuda” expresó.

Este último año, la familia mermó en la búsqueda por las frustraciones de ir a los lugares y que el caballo nunca fuera el suyo. Sin embargo, los datos siguen apareciendo y la ilusión, al menos un poco, se reflota.