El duro relato de la madre refleja  el abandono por parte del Estado y la mala disposición de la justicia en temas de género. “Nadie nos acompañó y lucho todos los días para que mi hija esté mejor. Falló el juez y nos fallaron todos”, dijo a El Bonaerense la denunciante.  

Florencia Mulet es una vecina de Marcos Paz que se enteró de una cruel verdad: el padre de su hija estaba abusando de su niña. El Bonaerense se contactó con la madre quien nos comentó la situación y explicó de qué manera la justicia las desampara.

Román Dederico Rodrigo, tiene 21 años y vive en Barrio Gandara, “él abusó de su hija, de  nuestra hija”, comenzó a contar la mamá de la víctima, y siguió: “Esto empezó en 2019, cuando yo le expliqué a E. que si alguien le hacía algo, tenía que hablar con mamá; y un día, mientras yo la bañaba, me sacó gritando”.

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“Yo le pregunté, qué le pasaba, que yo no le estaba haciendo nada, no me quiso contar en ese momento pero le volví a preguntar, y ella me respondió que su papá le tocaba la cola. Entonces, agarré a este individuo y le dije que me cuente que estaba pasando. Él me juró que no le había hecho nada; y le creí pero advertí que si E. decía otra cosa más, mis medidas iban a ser otras”.

Florencia continuó su testimonio y confesó que hubo una segunda vez: “Nos sentamos los tres a hablarlo, y dejé que ella diga lo que él le hacía delante suyo y de su abuela paterna, pero cuando cuenta, Román se enviolentó diciendo que era una mentirosa y que él jamás le haría algo así”.

En este contexto, la necesidad de descargo en la pequeña seguía latente y una vez más, eligió a su madre para confesarlo, “La tercera vez que me lo dijo, él y yo estábamos separados y se la llevaba un finde entero cada una semana. Las palabras de mi hija fueron "Mi papá me besa la cola, mamá", "Ahora vas a retar a mi papá por todas las cosas que me hizo". Me quería morir cuando me lo volvió a decir.”, dijo la joven.

Según la menor, su papá abusaba de ella, y ante esto, la vecina de Marcos Paz realizó la denuncia correspondiente , hecho que causó el malestar en la familia del denunciado quienes hasta ahora defienden su postura y versión. 

“Me presenté las 500 veces que me llamaron desde fiscalía, Mercedes, peritos psicológicos y jueces, donde me conformaban diciéndome que estaban trabajando en la causa, y me decían que espere, que la justicia es lenta pero que se iba hacer justicia”, manifestó Florencia. 

Hoy día, le negaron el arresto carcelario pedido contra el progenitor de su hija, “El juez que lleva mi causa no cree en la realidad de los hechos, ni en los derechos de mi hija, ni en los mios. Pedí ayuda miles de veces y todos los días me levanto pensando en todo lo mal que hice para que a mi hija le haya pasado lo que le pasó y nadie me da una respuesta concreta. Siguen avalando/ amparando a los violadores y las víctimas somos las que estamos mal!!”, sostuvo la joven indignada.  

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Madre e hija exigen lo que merecen: justicia y que respeten sus derechos Ambas quieren vivir tranquilas y sin miedo. “Actué como pude y hago lo mejor que puedo para que mi hija se olvide de lo que vivió. Siento que mi esfuerzo para que estemos bien se lo pasan por el cul*, donde nadie acompaña, otra vez el Estado está ausente!!”, dijo.

Y cerró: “Quiero justicia y si no va a terminar preso, mínimo que todo el mundo se entere que es un violador. Que tenía una causa de abuso cuando era más chico y yo no me enteré hasta después de tener a E. Yo ya no se que hacer, lucho todos días para que mi hija esté mejor. Acá falló el juez y falló la justicia”.