23/11/2023
Juan y Quinoto, inseparables compañeros, trabajan haciendo fletes juntos. Conocé su historia.
por
Julieta Aurilio
Hace pocos días se viralizó la historia de Quinoto, el
perro fletero, y su dueño Juan, quien decidió rechazar un trabajo porque no
le permitían entrar con su can.
La historia que tuvo lugar en Bahía Blanca se
viralizó en las redes sociales, tras una captura de pantalla que compartió una
posible clienta de Juan.
"No hago fletes a Pago Chico, no me dejan entrar con
mi compañero", le explicó a la mujer y dejó en claro que el
vínculo con su perro es más importante que cualquier ganancia.
"Yo no dejo a mi compañero por nada, salvo que él se quiera quedar", expresó con sinceridad el fletero a la clienta.
Juan, es propietario de Fletes Moni, un servicio de mudanzas que ha ganado reconocimiento local por su compañero inseparable, Quinoto.
"Quinoto es de mi hija y lo empecé a llevar porque tenemos 4 perros en casa grandes y como era chico lo agarraban de juguete y a él no le gustaba, entonces me lo empecé a llevar al trabajo, tiene 3 años, lo empecé a llevar y no quiere bajarse nunca más, se ofende si no lo hago", explica Juan en charla con El Bonaerense.
El relato de Juan revela la singular relación que ha desarrollado con Quinoto, un perro que se ha convertido en una parte integral de su negocio. "Es lo más compañero que hay, no puede subir nadie a la camioneta, tengo hablarle al perro para que lo deje subir. Se duerme encima de alguien que tengo que llevar, pero cuando se bajó ya no deja subir más a nadie, es muy territorial, quiere mucho la camioneta", agrega.
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A pesar de la conexión única con Quinoto, Juan ha enfrentado
desafíos en su trabajo debido a las restricciones de algunos barrios que
prohíben la entrada con mascotas.
"Me ha pasado varias veces, en ese barrio donde es la clienta fui varias veces y no me dejaban entrar con el perrito, tienen orden de no permitir el ingreso", lamenta Juan.
Pero estas restricciones no han disminuido la popularidad de
Quinoto, quien es conocido y querido en Bahía Blanca.
Con 54 años, Juan decidió aventurarse en el mundo de los fletes en 2016 y establecer su propio servicio. "No tengo propagandas de lo que es el flete, solo lo que está escrito en la camioneta. Va del boca en boca", cuenta Juan.
Fletes Moni, bautizado así en honor a la esposa de Juan,
Mónica, ha dejado una marca distintiva en Bahía Blanca, donde la gente
reconoce la camioneta y a su fiel compañero, Quinoto. Esta historia es un
recordatorio de cómo la lealtad y la conexión entre un hombre y su perro pueden
trascender las fronteras.
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25 de diciembre de 2024