La joven abusada por los exjugadores de Vélez: "Después de que me violaran, Florentín y Cufré fueron a jugar al casino"

A dos meses y medio del hecho, la periodista que fue abusada por los exjugadores de Vélez José Florentín, Abiel Osorio, Braian Cufré y Sebastián Sosa, rompió el silencio. En una charla con la periodista Lorena Maciel para TN, la joven dio detalles de como los jugadores abusaron de ella y luego continuaron como si nada hubiese pasado.

El hecho sucedió el 2 de marzo, cuando Vélez visitó a Atlético Tucumán por la octava fecha de la Copa de la Liga. Tras finalizar el partido, ella se encontró con los jugadores en la zona mixta, lugar dónde los futbolistas se cruzan con periodistas. Allí, fue Sebastián Sosa quién la reconoció y le señaló el celular. Cuando ella revisa, tenía un mensaje del arquero que decía "Sos vos, te encontré".

Más tarde continuó la charla con el arquero, quién la invitó a la habitación 407 del hotel Hilton y declaró que confió en él: "Me generó confianza Sebastián Sosa, no es un pibe de reserva que no lo conoce nadie, es arquero de la Selección Uruguaya y con mucha trayectoria". Además, agregó: "El futbol es un ambiente de hombres y mi trabajo es moverme entre ellos. Para mí es lo más normal del mundo verlos moverse en grupo, o reunidos una concentración en los hoteles. He viajado a cubrir partidos con varones y nunca sentí miedo".

Luego, contó que cuando llegó a la habitación del hotel se encontró a Sosa y luego llegaron Florentín, Osorio y Cufré: "Armaron un fernet en el termo blanco que era de Osorio, del cual solamente habíamos tomado Sosa y yo. Cuando empiezo a tomar de ese fernet, me empecé a sentir mal. La cabeza me hacía chispazos de alerta, pero el cuerpo no me respondía, estaba mareada, y Sosa directamente se duerme. Y qué casualidad que somos los únicos dos que tomamos de ese termo".

A partir de ese momento comenzó la pesadilla, se sentía mareada y descompuesta, mientras los jugadores abusaban de ella: "Cuando estaba acostada y descompuesta, del lado derecho se acuesta Osorio, del lado izquierdo se acuesta Cufré y como del lado de los pies se acuesta Florentín, y de la nada aparece entre mis piernas practicándome sexo oral. Después, ya mi próximo recuerdo es que me da vuelta, me gira, y me penetra muy fuerte. Y Cufré se para y me empieza a penetrar por la boca también. No tengo noción del tiempo, pero cuando me paro me cae sangre entre las piernas".

Como pudo, intentó reincorporarse y vio en la otra cama a Sosa durmiendo y Osorio jugando a la play, mientras que Cufré y Florentín se habían ido al casino: "Después de que me violaran, Florentín y Cufré se vistieron y se fueron a jugar al casino. Quedé tirada en la cama sin entender bien qué estaba pasando. Comencé a sangrar. Como pude me arrastré al baño para limpiarme. Regresé y me volví a tirar porque seguía mareada y no encontraba mi ropa. Allí advertí que Sosa seguía o parecía estar dormido y Osorio jugaba la play como si nada hubiera pasado. Empiezo a reprocharle lo que me habían hecho sus amigos y cómo no intercedió para evitar que me violaran. De repente, cuando pensé que lo peor ya había pasado, Osorio saltó de una cama a la otra y comenzó a violarme él también".

Ella estuvo seis horas en esa habitación, sufriendo de la peor manera. Cuando todo finalmente había terminado, la joven empezó a buscar su ropa para irse del lugar: "Cuando empiezo a buscar mi short, mi bombacha, mis medias, mis zapatillas, veo que mi bombacha no estaba. No sé por qué se me da por abrir la mesa de luz. Me dejaron un fajo de plata atado en la bombacha".

Según su relato, los días siguientes fueron de mucha angustia, ya que al otro día comenzó a pedirle explicaciones a Sosa, quién le dijo que "solo vio a una chica pasarla bien" e insistía que no había sido grave. Sin embargo, ella tuvo que enfrentarse a un calvario por la situación que vivió y por los prejuicios a los que tuvo que enfrentarse: "Siento que acá somos cinco los acusados. Ellos de abuso sexual y yo acusada de cómo debería haber actuado, de lo que debería haber hecho, de lo que no debería haber hecho". Y agregó: "Estoy triste. Siempre fui una persona que me comía el mundo, que me comía la cancha y hay veces en las que me miro en el espejo y no me reconozco. Vivo permanentemente con angustia, con miedo, con ansiedad".

Finalmente, pidió "que todos los jugadores vayan presos" y que exista "una dura condena social" para todos. Por el momento, los jugadores Florentín, Osorio y Cufré están cumpliendo prisión domiciliaria en un country de Tucumán, mientras que Sosa está en libertad en Buenos Aires, pero debe presentarse en una dependencia judicial cada 15 días.