La historia del joven taekwondista de Moreno que se subió al podio en Finlandia

A fuerza de patadas, Iván Orellana cumplió uno de sus sueños y llegó hasta Europa. Este joven de 20 años oriundo del partido de Moreno compitió en el Mundial de Taekwondo llevado a cabo recientemente en la ciudad de Tampere, Finlandia. Pero el camino no fue nada fácil.

Para costear los gastos del viaje, la estadía y demás cuestiones tuvo que hacer de todo: desde vender comida hasta organizar campeonatos de truco y de penales, entre otras movidas.

Sin embargo, el resultado obtenido en tierras escandinavas hizo que todo el sacrificio valiera la pena. El joven del barrio Cruce Castelar tuvo una gran actuación y se quedó con la medalla de bronce del certamen.

A diferencia de los deportes que mueven millones de pesos como el fútbol, hay muchísimas disciplinas donde el amateurismo aún existe y todo se mueve a pulmón, con la ayuda de familiares, amigos y la donación de gente que quiere aportar a la causa.

"Fue difícil costear este viaje, ya que fue muy costoso. Eso creo que le da mucho más mérito al resultado porque el esfuerzo no sólo fue mío, sino de toda mi familia y amigos que me ayudaron de una u otra manera a poder completar el viaje", reconoce Orellana desde Bélgica -donde se encuentra entrenando actualmente- en diálogo con El Bonaerense.

Las competencias del taekwondo tienen varias disciplinas dentro de sí, como la lucha, las formas y las roturas. El joven de Moreno compite en la primera de ellas y ya había tenido resultados sobresalientes como juvenil, pero ahora le tocó dar el paso hacia la categoría de adultos y la experiencia fue todo un éxito.

Le tocó participar en la categoría entre 57 y 63 kilos, donde participó de varios combates. En el debut derrotó al australiano Matthew Travieso por 4-0; después hizo lo propio con el croata Lucic Marin (4-0), el brasileño Walter Yodono (3-0) y el uzbeko Sergey Kosolapov (2-1).

En semifinales le tocó caer contra el esloveno Ziga Zagoranski (0-4), quien a la postre sería el campeón del certamen. No obstante, ese resultado adverso no empañó la actuación de Orellana, que se dio el gusto de subirse al podio y colgarse la medalla de bronce.

"Fue algo especial, ya que era mi primer Mundial como adulto. Poder subirme al podio en una categoría tan difícil, con 46 peleadores, y también ganándole al ex campeón del mundo, es un resultado muy bueno para mi. Siempre es lindo poder representar a mi país", analiza.

Su camino ligado al taekwondo comenzó en sus primeros años de vida con las clases de su padre y entrenador, Hugo, y aún no se detiene. "Empecé jugando a los 3 ó 4 años y después fue cada vez más serio", confiesa.

En el medio, el joven de Moreno también desarrolla su faceta como docente de la disciplina y asegura que uno de los objetivos que se fija es trabajar con sus alumnos "en torno a las competencias".

Mientras tanto, su expedición por Europa no se detiene. Este último fin de semana terminó segundo en una competencia de kick boxing en Bélgica y en breve estará viajando a Italia, donde será de la partida en la Copa del Mundo de Kickboxing, entre el 27 de septiembre y el 1° de octubre en la localidad de Jesolo, a menos de 50 kilómetros de Venecia.

Sus buenos resultados han llamado la atención de varios medios de comunicación, pero por el momento no han despertado a nadie que pueda colaborar económicamente para que pueda solventar los gastos de la vida de un deportista y enfocarse únicamente en las competencias que vienen por delante.

Justamente, Orellana ya está pensando en lo que avizora de cara al futuro de su carrera: los clasificatorios para el Mundial 2025 de Taekwondo en Croacia y el Mundial de Kickboxing.

"Clasificar a un nuevo Mundial sería un sueño y más si puede ser de ambas modalidades", cierra, con la ilusión de seguir creciendo en el mundo de las artes marciales.