La churrería de barrio que apareció en un reality alemán

En pleno Merlo centro, se encuentra la churrería de barrio "Churros Salvador". Lo que comenzó como un negocio familiar impulsado por su fundador, Salvador pronto se convirtió en protagonista de una historia que trascendería las fronteras argentinas.

Era el mes de diciembre y un mensaje en Instagram cambió la rutina de Salvador. Una productora argentina, trabajando para una compañía alemana especializada en reality shows, se acercó con una propuesta intrigante: un intercambio de trabajos entre Argentina y Alemania para el programa "Mi Trabajo". Al principio, Salvador y su equipo pensaron que era una broma, pero la propuesta fue tomando forma y decidieron explorarla.

"Nos pareció copado y tuvimos una entrevista, y el presupuesto estaba pago, lo cual era una linda experiencia", comenta Salvador en charla con El Bonaerense. "Tuvimos una tercera entrevista y vinieron a visitar nuestra churrería en Merlo Centro. Les interesaba especialmente nuestro foodtruck porque dijeron que eso llamaría la atención de los alemanes, quienes no tienen ese concepto".

A medida que avanzaba el proyecto, se presentaron nuevos desafíos, especialmente con el idioma. "Mi esposa, que vivió en el extranjero y es profesora de inglés, fue quien condujo la entrevista con la productora alemana", relata Salvador.

El programa, transmitido en la televisión abierta alemana, se centraba en un intercambio cultural genuino. Salvador enfatiza que no buscaban la típica narrativa de mostrar la grandeza de Argentina sin reciprocidad alemana. "Todo el grupo del Salvador decidiendo quién viajaba. Como soy la cara visible, me quedé y viví la experiencia junto con la encargada del foodtruck, Mariela".

El rodaje se llevó a cabo durante todo el mes de enero, y la situación, al principio percibida como una burla, se volvió cada vez más surrealista. "Nos reíamos de la situación. Fue algo muy raro", recuerda Salvador.

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Las dificultades lingüísticas se hicieron evidentes durante la primera entrevista con el equipo alemán. Sin embargo, la verdadera prueba llegó durante la filmación, donde las empleadas alemanas, seleccionadas para el intercambio, se sumergieron en la cultura argentina, descubriendo por primera vez los churros y el dulce de leche.

"Ellas nunca habían escuchado la palabra churros, nunca habían probado el dulce de leche. Fue la presentación del negocio, y las chicas, que vinieron y resultaron amorosas, fueron desafiadas a manejar el foodtruck durante dos horas en su último día", relata Salvador.

El intercambio culminó con una experiencia única, donde se presentaron los sabores argentinos a las participantes alemanas. Desde asados hasta música folklórica, las chicas vivieron momentos inolvidables que luego compartieron en Alemania.

"Cuando vieron el fernet lo tomaron como si fuera una bebida mística nuestra, les preparamos y se lo pasaban como si fuera algo mágico, cuando se fueron les regale un jarrón y un fernet, nos mandaban videos con los amigos probándolo", recuerda.

"Incluso hicieron un churro argentino-alemán con manzana y canela, que ahora también ofrecemos en nuestro negocio", agrega Salvador. "Fue una experiencia enriquecedora que fortaleció los lazos entre ambas culturas".

De vuelta en Alemania, las empleadas de la panadería anfitriona elogiaron la actuación de las chicas y expresaron su gratitud. "El dueño de la panadería intercambiaba mensajes conmigo y el programa tuvo repercusión. Están interesados en llevar los churros a Alemania", concluye Salvador.

Así, la churrería en Merlo se convirtió en un puente cultural, llevando los sabores argentinos a la pantalla alemana y abriendo nuevas oportunidades de intercambio gastronómico entre ambos países.