Exclusivo: Alejandro Lazzaro, orgullo tandilense y tres veces subcampeón mundial de tango

Recientemente se disputó en Buenos Aires la vigésima edición del Mundial de Tango, y en ella hubo participación tandilense. Alejandro Lazzaro y Gabriela Gallese lograron un meritorio subcampeonato y además lo lograron por tercera vez. Para la ciudad serrana fue motivo de orgullo llegar a una nueva instancia decisiva y siempre dejar en alto sus pagos. En diálogo con El Bonaerense, Alejandro recordó sus inicios en el tango y cómo es la experiencia de participar en los mejores certámenes de baile.

"Yo en tango arranqué en el 2000 aproximadamente y fue de casualidad. Mi hermana tenía ganas de aprender y no quería ir sola, y me insistió durante un mes para que la acompañara. Fui sin muchas ganas, ella se quedó un mes y medio y no bailo más. Yo hace 23 años que bailo", comienza relatando Alejandro, quien con el tiempo descubriría en el tango su veta artística. En cuanto a los mundiales, explica: "Comencé a participar con mi compañera actual, Gabriela Gallese, llevamos cinco mundiales participando y llegamos a tres finales". La más reciente fue en la última competencia, en la que llegaron a la final entre 40 parejas.

Otro galardón que obtuvo la pareja fue en 2017, en el certamen "Milongueros del Mundo". "Después del mundial es la segunda competencia más importante", aclara Alejandro. Además del útlimo mundial, las otras dos veces que llegaron al subcampeonato fueron en 2016 y en 2021, en una competencia post pandemia que se llevó a cabo en el Obelisco, al aire libre.

Más que una competencia

El Campeonato Mundial de Baile de Tango se celebró por primera vez en 2003 y desde entonces se transformó en un clásico mundial. Cada mes de agosto las mejores parejas del mundo se dan cita en suelo porteño para mostrar su destreza en el escenario y convertirse en campeones. Este año los galardonados fueron Suyay Quiroga y Jhonny Carvajal en Tango Pista y Julián Sánchez y Bruna Estellita en la modalidad de Tango Escenario.

Si bien al pensar en un mundial lo primero que viene a la cabeza es una competencia frente a otros, Alejandro se encarga de desmitificar este concepto en el arte. "La realidad es que hoy en dia nosotros participamos del mundial porque es una ventana muy importante. En sus principios el mundial de tango tenía un grado más amateur, y hoy en una semifinal o final son parejas profesionales", detalla Lazzaro. Y continúa: "Lo que se busca básicamente es la visualización del trabajo que uno hace, no es que uno va a competir y tratar de ganarle a otro, sino que la pareja que gana busca una visualización a nivel mundial que se hace muy masivo y de atrás se viene mucho trabajo. No es tanto una cuestión competitiva sino por la visualización y el trabajo que genera y uno se expone a la mirada de jurados que son obviamente de nivel internacional, los mejores bailarines del planeta o gente con muchísima trayectoria".

En relación a la mirada del jurado y las performances de cada pareja, Alejandro sostiene que "con Gabriela tenemos la idea de que la competencia en el arte es subjetiva, llega un momento que una final del mundial una baila mejor que la otra. El nivel es excelente, pero en el arte se termina eligiendo por quién llega más de lo emocional y quién gusta más. No se viene por el premio sino por lo que puede suceder después si salís campeón, el renombre y el trabajo posterior".

Actualmente el mundial de tango tiene dos categorías, tal como lo explica Alejandro: "el tango pista (antes de salón), que se trabaja sobre la improvisación. Es lo más semejante a las milongas. Se suben al escenario entre 8 y 10 parejas y uno se entera de los temas que va a bailar arriba del escenario. La evaluación del jurado es como se comporta uno en la pista además del conocimiento de la música". Y sigue: "La otra es tango escenario, sube una única pareja, hay una coreografía armada y se prepara durante mucho tiempo antes. Y tiene más que ver con el virtuosismo físico, lo teatral, que haya una propuesta artística integral y no tanto como en los primeros mundiales que era como una competencia de atletismo y trucos difíciles".

Un fenómeno nacional y mundial

Respecto a la movida tanguera en su ciudad, Alejandro detalla que "En Tandil hay una linda movida. Somos una comunidad pequeña con varios profesores dictando clases y tenemos varias milongas". Y los grupos etáreos son de los más diversos: "El que no está integrado o no conoce el ambiente del tango lo asocian con la gente mayor. Se sorprenderían mucho lo que ha cambiado en los últimos años, la mayoría es gente joven. Y eso hace que el ambiente sea mucho más ameno y amable para el que recién entra", aclara.

En países como Japón y Rusia, la fiebre del tango alcanzó grandes niveles, e incluso dio campeones mundiales. Y Lazzaro cuenta una anécdota: "el año pasado tuve la oportunidad de ir a Rusia y en Moscú hay muchísimas milongas, igual que en Italia, Portugal y Alemania". También Colombia es otro país con muy buenos niveles de bailarines ¿Y por qué tiene tanto éxito el tango?. "Me parece que la clave es el abrazo, lo que se prioriza y hablando con extranjeros es lo que más atrae, el contacto, la comunicación no verbal para bailar y eso hace que sea muy sencillo conectar", destaca Alejandro. Y agrega que "en cualquier ciudad del mundo hay milongas, creo que por eso se ha globalizado tanto. Y tiene una razón, los mejores maestros del mundo son argentinos y viven en el extranjero por una cuestión económica". "Muy a pesar nuestro fuera del país se baila y se valora muchísimo más el tango que en el interior argentino. Y se baila muy bien", concluye.