Es de Longchamps y le cumple el sueño a los más chicos construyendo autos a pedal artesanales

En Longchamps, un hombre dedica sus días a construir algo que, para muchos niños, representa una fantasía hecha realidad: autos a pedal. Emiliano, el artífice detrás de estas obras de ingeniería artesanal, habló con El Bonaerense y contó cómo comenzó su proyecto con un objetivo sencillo, pero lleno de amor.

"Todo surgió para hacerle un auto a mi hijo Valentín", cuenta Emiliano. "En el medio pensé: 'debe haber muchos Valentín a los que les gustan los autos', así que después de hacer el de Valen comencé a comercializarlos", recuerda.

Ser técnico mecánico de formación ha sido una ventaja para Emiliano, quien desde adolescente ha estado inmerso en el mundo de la mecánica automotriz, primero por hobbie y luego de manera profesional en el ámbito industrial. "Mi amor por los autos surgió desde pequeño, me gustaban las carreras y los autos, como ahora", comenta a este medio.

El proyecto de Emiliano "Piquiritos" cobró vida en 2018, pero fue en 2020, en medio de la pandemia, cuando logró consolidarlo como un negocio.

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"Los autos son construidos en hierro, chasis y carrocería, de forma artesanal. Se trabaja auto por auto, mucha personalización", explica el vecino de Almirante Brown. Cada vehículo es único, creado con una dedicación que abarca desde la estructura hasta los más pequeños detalles. "La tracción es a pedales, con el tradicional sistema vaivén", agrega.

Su proceso de creación es meticuloso y sigue un orden claro. "Comienzo por el chasis. Después paso a la carrocería. Confecciono toda la carrocería a mano: se suelda, amoladora, masilla como cualquier vehículo convencional, pintura y después ensamblaje", revela.

Emiliano en su taller

El proyecto de Emiliano cobró vida en 2018, pero fue en 2020, en medio de la pandemia, cuando logró consolidarlo como un negocio. Desde entonces, ha dedicado su tiempo a la construcción de estos autos que combinan el encanto nostálgico y una creación hecha a mano.

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Aunque la creación de estos autos no es tarea sencilla, Emiliano lo enfrenta con entusiasmo. "El más complejo lo estoy haciendo en este momento, lleva un diseño en pintura de tres colores, y al ser un auto pequeño, los detalles deben ser muy cuidados". Sin embargo, asegura que en las mejores condiciones puede tardar alrededor de siete días en completar un auto, tiempo que dedica con esmero para cumplir las expectativas de sus clientes. "Toda la estética, pintura y detalles lo hago yo", afirma.

Los niños en los autos hechos por Emiliano

El impacto de su trabajo no solo se refleja en los autos terminados, sino también en la reacción de los pequeños conductores que los reciben. "Cuando los clientes me envían fotos y videos de cuando les entregan el auto, los nenes saltan de alegría, gritan y comienzan a investigar el auto por todos lados. Quizás tienen o vieron algún autito para niños, pero ninguno como éste".

Desde su taller en Longchamps, Emiliano sigue construyendo sueños sobre cuatro ruedas, una pasión que comenzó con un regalo para su hijo y que hoy es motivo de alegría para muchos otros niños.