Un vecino del partido de Tigre transformó un antiguo coche de las líneas B y D en un refugio y lo instaló en medio de la naturaleza. “Tiene valor histórico y belleza”, afirmó.

En medio de la naturaleza agreste de Villa La Ñata, en el partido de Tigre, sobresalen un vagón de subte teñido de amarillo intenso y un bus típico de los que circulaban durante el siglo pasado. Aunque parezca una broma, los dos coches son las suites de un hospedaje totalmente diferente al resto.

Casa Giramundos es el nombre de este complejo turístico, que cuenta con todos los servicios y las comodidades para poder descansar en un ambiente donde se respira la tranquilidad.

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“Me gusta mucho el reciclaje, lo sustentable y trabajar con las manos, pero, además, me interesa la historia y su relación con los vehículos”, sostuvo Emiliano Giramundo, el responsable del lugar en una entrevista con el diario La Nación.

En el predio hay dos suites: un vagón de subte, que prestó servicio en las líneas B y C de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y un bus, fabricado en Estados Unidos y que funcionó en la Patagonia.

Las unidades cuentan con comedor, cocina, habitación y baño completo. Además, el lugar ofrece servicio de Wi-Fi y tanto el subte como el bus disponen de aire acondicionado, salamandra a leña para calefaccionar, anafe, heladera, mesas y sillas, camas matrimoniales y singles.

El vagón y el micro están ubicados a varios metros de distancia entre sí y rodeados de vegetación muy tupida, con lo cual la intimidad es absoluta.

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Por otra parte, los vehículos transformados en suites no comparten ningún servicio. Tanto el bus como el vagón cuentan con baño con ducha y un sector de parrilla y piscina propios.

“El complejo tiene valor histórico y belleza”, explicó el emprendedor tigrense de 42 años, que invirtió en este hospedaje luego de haber trabajado en diversos rubros a lo largo de su vida.

“Luego de un tránsito en la vida, como todos, me di cuenta qué cosas eran fundamentales y cuáles no, y qué era lo que realmente me incentivaba. Así me decidí, poco a poco a tomar sólo lo necesario, a cambiar de vida”, detalló.

“Siempre quise hacer algo con la recuperación a través de lo sustentable, que no use energía para destruirse y que eso contamine”, remarcó.

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En plena pandemia, el hombre decidió llevar a cabo su proyecto. Para eso, compró el bus en Campana y fue a buscar el coche ferroviario a Dock Sud. “Traer el vagón de subte hasta acá fue una odisea. La logística de traslado fue más costosa y compleja que la adquisición”, rememoró.

“La gente se asombra por haber podido meter un vagón de subte en este predio, pero soy un convencido de que si ponés a trabajar la cabeza y te esforzás con mucho corazón para lograr el objetivo, todo se puede”, agregó.

El predio es apto para los amantes de la naturaleza, aunque se ubica a pocos minutos del centro de Tigre y a metros de despensas, restaurantes de río y cervecerías.

“Traje hasta acá el vagón y el bus, pero eso no fue todo, luego los tuve que transformar en una casa”, destacó.

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Hubo que colocar vidrios, hacer funcionar puertas y ventanas que se encontraban trabadas, acondicionar pisos y techos. Además, se dotó a las unidades de servicios como agua corriente y baños en funcionamiento.

“Fue mucho esfuerzo, pero pude lograr lo que quería”, finalizó Emiliano Giramundo, dueño de un hospedaje único en el mundo.