Tomás Bidonde fue el primer testimonio de la cuarta jornada del juicio contra los ocho rugbiers

Tomás Bidonde, un joven que estuvo presente en la noche del 18 de enero de 2020 en el boliche Le Brique y presenció el ataque de los acusados al joven de 18 años, fue el primer testigo en declarar durante el cuatro día del juicio por el crimen de Fernando Báez Sosa.

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Tomás decidió prestar testimonio por decisión propia cuando, días después del crimen, se enteró que, al chico que habían golpeado frente a sus ojos, había muerto. Llamó a la fiscalía a escondidas de su madre y decidió hacer lo correcto.

Su testimonio en el Tribunal Oral en lo Criminal Nº1 de Dolores fue muy movilizante para todos, pero en especial para el propio joven que no pudo contener las lágrimas al recordar lo que vio aquella noche.

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Luego de prestar testimonio, Tomás se acercó a Silvino y Graciela, los padres de Fernando, y se fundió en un abrazo entre llantos. "Perdón, no pude hacer nada", les dijo entre lágrimas.

"No me pidas perdón porque hiciste lo que pudiste. Te agradezco por todos los testimonios que diste y te pido que seas feliz", le contestó Graciela, visiblemente emocionada y agradecida con cada testigo que está siendo la voz de Fernando.

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También, el joven se abrazó con Tomás D"Alessandro, uno de los amigos de Fernando qye declaró durante la segunda jornada del juicio y que, además, estaba con él el día del crimen.

Su testimonio complicó más a Máximo Thomsen ya que aseguró verlo dar "dos puntinazos" en la cabeza de Fernando cuando ya se encontraba tendido en el piso.

La declaración de Tomás fue clave para seguir armando el rompecabezas del crimen que estremeció a todo un país.