Se supo que los encuentros sexuales eran grabados y se sospecha que se enviaban mujeres a Estados Unidos.

La noticia conmocionó a todos. La secta sexual que funcionaba en los "90 y era liderada por Juan Percowicz, de Tigre, cada día sorprende más. Ahora, se supo más detalles escalofriantes de la Escuela de Yoga Buenos Aires.

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Según trascendió y creen los investigadores, se percibían como una familia y vivían en la calle Estado de Israel al 4000, en un edificio gigante de nueve pisos. Justamente en ese noveno piso ocurrían las cosas más aberrantes.

Todos lo que ingresaban a la secta debían dejar a sus familias y debían pagar. Quien gastara su dinero sin consentimiento de los líderes, estaba en un grave problema. Por eso, de hecho, al propio Percowicz lo llamaban “papi”.

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Se cree que la secta había montado un sistema de “geishado”, como le dicen a estos lugares donde captan mujeres para prostituirlas con hombres ricos y así controlarles a ellos sus fortunas.

Tales “encuentros sexuales y los ingresos al edificio de la calle Estado de Israel eran grabados, y las filmaciones se guardaban en el domicilio de la calle Castro Barros correspondiente a Carlos Barragán”, aseguraron. Este hombre era el mago e ilusionista que daba charlas allí. Estos habrían sido encontrados.

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Los investigadores sospechan que la secta enviaba psicofármacos y mujeres a Estados Unidos. Y no es todo, también creen que todo lo ganado lo habrían querido usar para comprar propiedades en Las Vegas.

Otra acusación contra el grupo liderado por Percowicz que tiene 20 detenidos es por lavado de dinero. Según cuentan, le habrían quitado a sus víctimas hasta 10 mil dólares mensuales, con lo que ganarían medio palo verde mensual.