Vanesa Retamar, referente de Caritas Felices, le contó a El Bonaerense: "No tenemos los recursos para abrir el comedor todos los días".

Dentro del conurbano bonaerense, existen miles de comedores que asisten a decenas de familias enteras, cada uno, para darles una mano en momentos críticos. Sin embargo, lamentablemente, no todos de estos centros comunitarios tienen la capacidad material para abrir sus puertas todos los días de la semana, por lo que sus referentes acuden a diversos canales para pedir donaciones.

Las redes sociales se convirtieron en la vía de mayor llegada e inmediatez en las personas contemporáneas. En el caso del comedor y merendero Caritas Felices, si bien es de Merlo, su referente Vanesa Retamar difundió su petición en los grupos vecinales integrado por personas que viven en diferentes municipios del norte del conurbano bonaerense.

Es por ello que Vanesa logró tener una interacción virtual con los vecinos de San Fernando, San Isidro y Escobar, con el objetivo de difundir sus necesidades actuales. Bajo este marco, Retamar le contó a El Bonaerense: "No tenemos los recursos para abrir todos los días el comedor. Tuve que cerrar dos días de la semana".

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La estudiante de psicología social explicó que "el comedor tiene ocho años de vida y, en este momento, atiende alrededor de 20 familias, entre ellas, a una mamá de 17 hijos". Es por esto que el esposo de Vanesa y sus hijos la ayudan para que el comedor continúe funcionando.

"Recibimos donaciones de mercadería de diferentes lugares y mi marido e hijos me ayudan a cocinar y a preparar la merienda", contó Retamar y continuó: "No tenemos nada preparado, vemos lo que tenemos en el día y lo cocinamos para que la gente venga y lo retire en sus recipientes".

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Pero Vanesa anhela con mejorar aún más la calidad de vida de las personas que asisten al comedor. "Me encantaría tener las herramientas para traer talleres, para que las familias estudien, trabajen y no dependan de un comedor para alimentarse", remarcó Retamar.

La mujer señaló que necesitan ser apadrinados. "Se viene el día del niño y no sabemos qué es lo que vamos a hacer. En primer lugar, necesitamos juguetes para los nenes, frazadas y abrigos para donarle a la gente pobre que viene al comedor", aseguró Vanesa.

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Retamar explicó que destina toda su pensión en el comedor. "Todo es a fuerza y pulmón. No hay lujos pero existe un corazón enorme. Nosotros sabemos lo que es la necesidad porque venimos desde abajo", mencionó Vanesa y añadió que se encuentra en la búsqueda de alguna casa para que la gente de la calle pueda pasar las noches heladas.

"Queremos dejar muchas caritas felices para que las personas no estén mal. Necesitamos también golosinas porque a los niños les encanta", aseguró Vanesa.

"No se trata sólo de darles un plato de comida. Hay mucha necesidad y los que peor la pasan son las personas indigentes", sentenció Vanesa Retamar quien solicitó divulgar su número telefónico para que los interesados pudiesen acercarse al comedor con sus donaciones. Los caracteres son: 1122646080