Guido Chapedi, quien pasó por muchos concursos para cumplir su objetivo, le contó a El Bonaerense: "Hay que darle la oportunidad a todos por igual. Pero, hoy, todo se mide en número de seguidores".

Frases como "Nunca hay que dejar de soñar" o "Deséalo tanto hasta que se haga realidad" son las típicas enseñanzas que se plasman en las películas infantiles que, ciertamente, son huellas que quedan asentadas en el cuerpo y alma de las personas con el paso del tiempo.

Pero lo importante de tales valores radican en no bajar brazos, incluso en momentos en que la situación se torne complicada o adversa. Sólo aquellos que han experimentado la adversidad por la falta de oportunidades y tuvieron que remarla, para cumplir con su objetivo, tienen el derecho de llamarse "ganadores".

Algo similar fue lo que atravesó Guido Chapedi, de 20 años, oriundo del municipio bonaerense de San Martín. El joven poeta soñaba desde chico con publicar su libro, por lo que tuvo que pasar por un sin fin de concursos y editoriales para hacer realidad su sueño. En diálogo con El Bonaerense, Guido comentó: "El libro es una recopilación de escritos míos que fui guardando. Destiné parte de mi sueldo para autopublicarlo".

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"Fácilmente, me presenté en más 20 editoriales de las que me respondieron sólo cinco y no pasó nada", confesó el estudiante del profesorado de filosofía, y continuó: "Me hice de contactos para lanzarlo por mis propios medios. El primer mes, vendí 100 libros. Ahí recién caí en que lo había logrado".

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Frente a la falta de espacios para sacar su producción a la luz, Chapedi reflexionó que "hay que darle oportunidades a todos por igual. Pero hoy todo se mide en números de seguidores y eso no me gusta, no está bien". Es que, una particularidad de Guido es el gran número de seguidores en su cuenta de Instagram que, ni aún así, logró que le dieran la oportunidad que tanto deseaba.

Respecto a su actividad en las redes sociales, en relación con su trabajo, el residente de Loma Hermosa contó: "Me animé de crear una cuenta de Instagram luego de haber recitado ante 70 personas en la comedia municipal de San Martín. Durante la pandemia publicaba muy poco (poemas y relatos), hasta que conocí a un amigo mexicano, Jordi, quien me insistió en que todo lo que escriba, lo haga público".

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Esto llevó a que Guido se interiorizara aún más en estrategias de publicación de contenido en las redes sociales, con el objetivo de que su número de seguidores creciera a través de la lectura de sus producciones. "Me metí en grupos de WhatsApp y aprendí qué hashtag usar, los horarios para publicar y cómo hacerlo", contó el vecino que trabaja en atención al público.

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Las estrategias empleadas por Chapedi impactaron directamente en sus cuenta que pasó de unos cuantos seguidores a 34.500 usuarios que siguen su perfil en Instagram. "Mi cuenta explotó en mayo de este año, por un poema redactado con otra artista. Para mí, no fue el poema en sí, sino que fueron mis ganas de redactarlo. Me sentí muy genuino con lo que me pasaba", afirmó Guido.

En tanto, el muchacho del noroeste dejó en claro que "escribo para mí y todo lo que me pasa a mí. No lo hago para Instagram, sólo lo comparto por esa red social". Es por esto que sus poemas se caracterizan por ser "cortitos y al pie", según comentó Chapedi.

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De esta manera, Guido, quien comenzó a escribir relatos cotidianos en su diario íntimo a los doce años, y obtener el primer puesto en varios concursos de poesía mientras estaba en el secundario, cumplió con su sueño de publicar su libro. Pero lo hizo a pulmón, esfuerzo no sólo monetario, sino que también implicó la puesta en ejercicio de su talento, pasión y compromiso consigo mismo. Esta es, sin duda alguna, una gran enseñanza.

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