En el Consultorio de El Bona, el médico especialista te contará lo que necesites saber. Encontranos aquí cada semana.

Dr. Nicolas Gonzalez
MN 126909
IG: @drnigonza

Muchos de nosotros sabemos que el cuidado de nuestros dientes es crucial para tener una
sonrisa brillante y evitar el mal aliento. Sin embargo, lo que quizás no sepas es que la salud
de nuestra boca puede afectar a otras partes de nuestro cuerpo, y más específicamente, a
nuestro corazón. En el consultorio del Bona te vamos a contar cómo las enfermedades
odontológicas pueden aumentar el riesgo de una condición cardiaca grave conocida como
endocarditis y por otro lado, aumentar el riesgo de eventos cardiovasculares.

La endocarditis es una infección del revestimiento interno del corazón (llamado endocardio)
y, a menudo, de las válvulas del corazón. Esta condición es considerada peligrosa porque
puede dañar o destruir las válvulas del corazón y, si no se trata, puede ser fatal.

Entonces, ¿cómo se relacionan la salud bucal y la endocarditis? La conexión es más directa
de lo que podrías pensar. Nuestra boca está llena de bacterias. Normalmente, estas
bacterias no son un problema. Sin embargo, si tienes una enfermedad dental como caries o
enfermedad periodontal (enfermedad de las encías), estas bacterias pueden ingresar al
torrente sanguíneo.

Los procedimientos dentales que implican cortar o raspar las encías también pueden
permitir que las bacterias ingresen al torrente sanguíneo. Una vez allí, las bacterias pueden
viajar a otras partes del cuerpo, incluido el corazón. Si tienes una válvula cardíaca dañada o
una enfermedad cardíaca, las bacterias pueden asentarse en el revestimiento o las válvulas
del corazón y causar una infección. Esta es la endocarditis.

Por otro lado, las enfermedades cardiovasculares (como los infartos del corazón o los ACV)
y los problemas dentales son dos condiciones de salud que, a primera vista, podrían
parecer completamente desconectadas. Sin embargo, investigaciones recientes han
evidenciado que están más conectadas de lo que podría pensarse. En términos sencillos,
los problemas de salud oral podrían aumentar el riesgo de eventos cardiovasculares.
¿Cómo se conectan las enfermedades cardiovasculares y dentales?

Los dientes y las encías en mal estado pueden ser el hogar de bacterias perjudiciales. Si no
se cuidan adecuadamente, estas bacterias pueden pasar a nuestro torrente sanguíneo.
Cuando esto sucede, pueden adherirse a diferentes áreas del cuerpo y causar inflamación.
Es precisamente este proceso de inflamación el que se ha asociado con enfermedades
cardiovasculares como el endurecimiento de las arterias (aterosclerosis) y el infarto de
miocardio.

Las enfermedades periodontales, que incluyen la gingivitis (inflamación de las encías) y la
periodontitis (infección grave de las encías), son las principales enfermedades dentales
relacionadas con las enfermedades cardiovasculares. La enfermedad periodontal puede dar
lugar a una respuesta inflamatoria sistémica que afecta a todo el cuerpo, incluido el sistema
cardiovascular.

Estudios recientes han encontrado una fuerte correlación entre la salud oral y la salud
cardiovascular. Por ejemplo, las personas con enfermedad periodontal tienen casi el doble
de riesgo de padecer enfermedad coronaria. Esto no significa necesariamente que los
problemas de encías causen enfermedades cardíacas, pero sí sugiere que hay una
conexión y que ambos problemas de salud pueden estar impulsados por los mismos
factores de riesgo y procesos inflamatorios.

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Lo más importante que puedes hacer para prevenir tanto las enfermedades
cardiovasculares como las dentales es cuidar tu salud en general. Esto incluye mantener
una dieta balanceada, hacer ejercicio regularmente, dejar de fumar si es el caso y, por
supuesto, mantener una buena higiene oral.

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La buena noticia es que podemos tomar medidas para prevenir tanto la endocarditis como
los eventos cardiovasculares relacionados con las enfermedades dentales.
Aquí te brindamos algunos consejos:

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1. Higiene bucal: La prevención comienza con una buena higiene bucal. Cepíllate los
   dientes al menos dos veces al día y usa hilo dental diariamente para eliminar la placa
   bacteriana. También, visita al dentista regularmente para chequeos y limpiezas.





2. Visita al dentista: Antes de someterte a cualquier procedimiento dental que pueda causar
   sangrado, informa a tu dentista si tienes una enfermedad cardíaca. Es posible que necesites
   tomar antibióticos antes del procedimiento para reducir el riesgo de endocarditis.





3. Alimentación saludable: Mantén una dieta equilibrada para fortalecer tus dientes y encías.
   Limita el consumo de alimentos azucarados que puedan aumentar el riesgo de caries
   dental.
   La salud dental y cardiovascular son dos caras de la misma moneda. Aunque todavía se
   está investigando exactamente cómo interactúan, está claro que mantener una boca
   saludable puede ser un paso crucial para mantener un corazón sano. Asegurarte de que
   estás haciendo todo lo posible para cuidar de ambos podría marcar una gran diferencia en
   tu salud y bienestar general.