Si bien el proyecto sólo tiene media sanción y la próxima semana irá a Senadores, bajo la órbita de Cristina, el amplio apoyo de la oposición hace casi imposible que no se vota a favor.

Justamente por estos tiempos el Frente de Todos, o mejor dicho el minúsculo grupo que se inmolaría por Alberto Fernández, no responde la famosísima canción de Roberto Carlos y se puede decir que tiene "un millón de amigos" dentro del Gobierno. El fuego cruzado se avivó en las últimas semanas cuando Máximo Kirchner renunció a presidir el Bloque oficialista en Diputados y dejó en manos de Sergio Massa, casi con exclusividad la rosca para sacar adelante en tablas el proyecto de acuerdo con el FMI.

La expresión pública del diputado kirchnerista y líder de La Cámpora no hizo más que sacar una luz un secreto a voces que lleva meses. El Frente de Todos dejó de hacerle honor al título y parece que cada vez es de menos. El silencio de Cristina no hace más que evidenciar su malestar -que muchas veces hizo público- contra Martín Guzmán y "los funcionarios que no funcionan", Máximo fue el ejecutor de lo que la vicepresidenta no puede hacer abiertamente. De lo contrario se convertiría en verdugo del propio espacio que ella creo. Algo así como un nuevo Julio Cobos.

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De hecho quedó en evidencia esta teoría cuando la Diputada Victoria Tolosa Paz, una mujer muy cercana al núcleo duro del kirchnerismo, lo dejó en claro públicamente. “Cristina no es Cobos”, afirmó en alusión al voto negativo de quien fuera su vicepresidente en 2008 a la Resolución 125, que desató una histórica batalla con el campo.

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“Ya lo ha dicho y lo ha escrito: ‘No soy Cobos, y nunca esperen de mí una vicepresidenta que juegue en contra del Presidente’”, enfatizó la legisladora ante la consulta sobre la posición que tomaría la presidenta del Senado. Se estima que el próximo jueves se votará en tablas el proyecto.

El gran ganador dentro del albertismo fue Sergio Massa. El Presidente de la Cámara de Diputados se cargó -casi con exclusividad- la rosca política. Se reunió con la oposición, negoció condiciones y logró que apoyaran el proyecto. De hecho, a la hora de votar no se notó el golpe de efecto y la puja de poder que imaginó que La Cámpora y que hubiese debilitado aún más la gestión de Alberto Fernández. "Vine a saludar al bloque y al presidente Sergio Massa, que tuvo un rol central como articulador", remarcó Gerardo Morales, uno de los opositores que no escuchó la voluntad de Mauricio Macri de votar en contra y apoyó al oficialismo.

Fue tan importante y sirvió como una bocanada de aire fresco para el Presidente y su gobierno que el propio Alberto salió horas después de que el tratamiento para acordar con el FMI fuera satisfactorio. Desde Chile, donde presenció la asunción de Gabriel Boric, el jefe de Estado sostuvo: "Quiero dar las gracias a todos los diputados que votaron acompañándonos con responsabilidad. Les pido reflexión a los que se abstuvieron; por ahí tienen dudas y podemos aclararlas. Tengo la tranquilidad de que hemos hecho el mejor acuerdo posible".

En tanto, el canciller Santiago Cafiero -uno de los heridos políticamente por el fuego cruzado entre albertismo y kirchnerismo, que le costó su cargo como Jefe de Gabinete- definió el respaldo parlamentario alcanzado como "un primer paso para consolidar la certidumbre" de la economía. También en declaraciones a Télam desde Chile, Cafiero analizó que en el país todavía "falta mucho por hacer", pero -remarcó- "estamos seguros de que este es el camino adecuado" y destacó que en el 2021 la economía argentina creció "10 puntos" y mejoró sus "niveles de empleo".

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En una jornada maratónica, el proyecto se votó pasadas las 3:30 de la madrugada. Luego de más de 12 horas de debate, con varios cruces picantes y con el ya anticipado rechazo de Máximo Kirchner, en tablas fue aprobado por 202 votos a favor y 37 en contra. Además, hubo 13 abstenciones. 

¿Qué dijeron los diputados del FdT que no avalaron el acuerdo?

Treinta y cinco diputados del Frente de Todos que se abstuvieron o votaron en contra del acuerdo con el FMI, entre ellos el exjefe del bloque Máximo Kirchner, quien votó por la negativa, fundamentaron su postura en un documento colectivo que difundieron al final de la sesión.

Bajo el título "La vuelta del FMI a la Argentina; ¿cómo llegamos hasta aquí?", el texto de 15 carillas advierte en sus conclusiones que el programa acordado con el organismo implica como riesgo la implementación de "un plan de ajuste", lo que considera "completamente desatinado" para "las actuales circunstancias del país".

"La aplicación de las políticas del presente acuerdo no sólo no van a solucionar ninguno de los problemas estructurales de la economía bimonetaria argentina, los van a agravar", alerta en el punto 2 el documento de ese grupo de legisladores, donde además se vaticina que "el presente "acuerdo" deberá ser revisado" en el futuro.

En la misma línea, se señala que "los programas del Fondo no son apropiados para promover el crecimiento ni tampoco para controlar la inflación".

Luego de perder las elecciones en 2019, Juntos por el Cambio hizo públicas sus enormes diferencias y voló por los aires la unidad. Es tal la fractura que ellos mismos abonan la teoría de conformar los Halcones (Bulrrich, Ritondo, Negri, Cornejo, entre otros) y Palomas (Larreta, Vidal, Jorge Macri, para citar algunos)