Realizó una gran carrera dando vida a personajes en la radio y el teatro. Actualmente trabaja en el dúo Alta Gama.

Encargado de darle vida a personajes famosos mediante la imitación, Ramiro "Rama" Bal es un apasionado por lo que hace. Desde que era pequeño supo que imitar era lo que más amaba hacer, y supo llevarlo a gran escala como artista. Oriundo de Mar del Plata, conversó con El Bonaerense sobre su actualidad y carrera: "Desde chiquito siempre tenía esa cosa de copiar la voz de algun familiar o lo que veía en la tele. En esa época aparecian en Tinelli personajes que se disfrazabn e imitaban voces. Se podría decir que empecé ahi, mirando como otros lo hacían, yo creo que los imitadores aprendemos a priori mirando a otros imitadores. Por ejemplo veia a Freddy Villarreal y lo copiaba. Después, de grande, fui buscando mi propio camino.

De la radio al teatro sin escalas

Ramiro empezó a estudiar periodismo en 2010, y rápidamente comenzó a trabajar en distintas radios marplatenses con su galería de personajes. "Hacía salidas telefónicas para un programa online de Punta Alta. Me gustó el programa y les conté que hacía imitaciones, todo por Messenger, no había Whatsapp ni Facebook", rememora. Y agrega que para él "mi mejor época fue cuando trabajaba en una radio que salía acá y en Uruguay. El locutor me animaba a hacer más personajes y teníamos sketchs y rutinas en el programa". Mientras se desempeñaba allí, supo que Ideas del Sur, la productora de Marcelo Tinelli, hacía un casting. "Participé en "Sábado Show", que lo conducían José María y Denise Dumas y llegué a semifinales con mi rutina de imitaciones", relata.

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Esa aparición fue, en cierta forma, el empujoncito que lo llevó con su arte al teatro. Primero, con los rosarinos de "Kiene Soneto", un espectáculo histórico en los veranos marplatenses con más de 30 temporadas y que fue nominado al Estrella de Mar. Luego, con "Beto Mena y Mirá que 3", en el Teatro Colón hasta que fue soltándose por su cuenta. "Se me dio por empezar a dar shows privados, ir a cumpleaños, casamientos y al mismo tiempo perfeccionándome, tomando clases de baile, haciendo arte callejero", enumera.

Al tiempo que desarrollaba su carrera como imitador, descubrió que podía llevar su arte a la música. "Empecé a hacer show en bares con humor y agregándole karaoke. Tuvo buena repecusión, me gustó hasta que la pandemia frenó todo". Cuando volvió la "normalidad", hace un año, Rama retomó su show con un cantante y animador, Gastón Lesca. "Nos fusionamos y creamos el dúo Alta Gama, combinamos baile, música y humor", detalla. Y enfatiza que "invitamos a la gente a cantar y bailar con nosotros, nos gusta que el espectáculo sea integral", agrega. Rápidamente se convirtió en un éxito y "actualmente tenemos fecha todos los dias".

Como todo trabajo, la práctica es clave en la preparación. "Seguramente muchos imitadores aprenden técnicas y cursos, en mi caso particular es algo innato, pero entreno muchísimo mi voz", relata Ramiro. Y detalla que así como él se especializa en lo vocal, algunos imitadores ponen el foco más en la corporalidad y la gestualidad. Y reconoce que "si bien no siento como antes a ver la tele y empezar a preparar personajes, me quedo con los que siempre tuve con alguno que otro nuevo", y metiéndole a las voces de cantantes como Horacio Guarany y Eros Ramazzotti. En cuanto a su entrenamiento, Ramiro explica que "dejé de fumar para cuidar mi voz y cuido lo más que puedo la garganta. Tengo pastillas para aliviar la voz, aerosoles con propóleo, hago calentamiento vocal antes de salir a escena. Es mi herramienta fundamental y lo que me dio las más grandes satisfacciones de mi vida".

Un gran presente y un anhelo futuro

"Históricamente Juan Román Riquelme y Maradona fueron de los personajes que más pegaban", detalla Rama. E indica: "Yo soy fan de Riquelme y tuve la oportunidad de conocerlo en persona. Después, cuando Diego murió no lo hice por un tiempo por una cuestión de respeto, a él y a sus fans". Otro personaje que, según detalla, genera gran impacto, es Vicentico: "es una voz muy particular. Para mí es de las mejores voces".

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En cuanto a las presentaciones en temporada, Ramiro se muestra feliz y agradecido por la recepción del público: "Hay hoteles que nos han contratado y estamos con mucho trabajo, también apertura de eventos. Por suerte estamos a full en Mar del Plata y la zona, la gente quiere reirse y divertirse, se empiezan riendo y terminan bailando con nosotros", relata con orgullo. Y tiene como gran meta potenciar a Alta Gama en la región. "Tuve propuestas a nivel nacional y dije que no, porque quería mantener mi palabra con el dúo. Ahora quiero meterme de lleno en los festivales de la zona y que nos conozcan". Y culmina con una reflexión llena de entusiasmo y motivación: "Tengo una edad (38) en la que no me puedo quedar quieto y de una buena vez quiero ser profeta en mi tierra, que Mar del Plata me concozca".