Brinda ayuda a los tratamientos que afrontan. Recientemente fueron intimados a cesar con sus actividades.

Comenzaron brindando ropa y comida a personas con necesidades en Balcarce y con el pasar del tiempo su tarea solidaria se orientó hacia los pacientes oncológicos. Quiero Ayudar realiza una gran tarea en Balcarce pero, recientemente fueron intimados por el Colegio de Farmacéuticos y su labor se truncó. La vicepresidenta de la ONG, Stella Pernía, conversó con El Bonaerense y explicó la situación actual.

«La ONG se abrió hace cinco años y el objetivo era otro, lo que hacíamos era entregar ropa a la gente carenciada y también bolsas de alimentos que las comprábamos de nuestro bolsillo», comienza relatando Pernía. Y agrega que «los integrantes del directorio de la ONG donaban dinero, lo que podíamos, y viajábamos a Buenos Aires a hacer compras en el Mercado Central, traíamos alimentos, armábamos bolsas y le entregábamos a la gente sin recursos«. A pesar del esfuerzo y de cumplir con los objetivos, el mismo fue cambiando, por un tema de costos y porque notaron que era una tarea cubierta por el Municipio y los distintos movimientos políticos. Allí surgió la idea de ayudar a los pacientes oncológicos.

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«Como lo nuestro es apolítico al ser Asociación Civil, decidimos cambiar el objetivo y ayudar al paciente oncológico, que era el que estaba más desprotegido. A raíz de eso, hace cuatro años empezamos a ayudar con lo que más necesitaban los pacientes, que era cubrir las quimioterapias cuando el Estado o la obra social están ausentes», explica Stella. Además de la medicación, la ONG contiene a los pacientes y los ayuda en la gestión de trámites o el traslado a otras ciudades para continuar el tratamiento. «Por ejemplo, en Balcarce no hay rayos entonces los pacientes tienen que irse 30 días continuos a Mar del Plata a hacerse radioterapia y si no tienen recursos colaboramos llevándolo y trayéndolo«. Y todo este trabajo de gestión y logística es hecho por los miembros de Quiero Ayudar. «Yo lo he hecho en muchos casos porque no tenemos chofer. Somos nosotros los que ayudamos en cada una de las cuestiones, se le da contención, asesoramiento, cómo hacer los trámites para que el Estado o la obra social le entegue la medicación», grafica Stella.

Como se explicó previamente, el objetivo primordial es poder cubrir la primera instancia del tratamiento médico cuando se le detecta cáncer a un paciente. «Cuando a un paciente le detectan cáncer el mismo oncólogo lo pone en contacto con nosotros para solicitar la primera quimioterapia hasta tramitarlo, para atacar la enfermedad de inmediato«, detalla Pernía. Y agrega que, después de cuatro años de intenso trabajo, hoy son los propios profesionales, familiares y los propios pacientes quienes se encargan de solicitar o donar la medicación oncológica. Además de ser vicepresidenta, Stella se encarga de la atención y las gestiones, además del contacto con el paciente. «Primero me costó mucho conseguir medicación porque la gente no nos conocía, hoy puedo decirte que prácticamente gente de distinos lugares del país me llaman para ofrecerme medicación de pacientes que ya no lo usan». Y agrega: «Siempre se trabajó de manera transparente, puertas abiertas y nunca tuvimos un cuestionamiento de nuestro desempeño, todo lo contrario.»

El conflicto con el Colegio de Farmacéuticos

En el último mes la ONG debió cerrar sus puertas a causa de una carta documento del Colegio de Farmacéuticos que obligó a que cierren sus puertas inmediatamente si seguían manipulando medicación. «Fue hacer alrededor de un mes. Yo recibo la carta de Correo Argentino y rápidamente le informo al resto de los integrantes para ver cómo ibamos a seguir. Hicimos una conferencia de prensa el lunes siguiente y anunciamos que se iba a cerrar la ONG de manera transitoria», describe Pernía. Y agrega que, una vez aceptada la intimación, se asesoraron legalmente. «Desconocíamos que había una ley de salud que indica que solo farmacéuticos y droguerías pueden manipular medicamentos. Ninguno de nosotros somos abogados«, explica.

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La situación fue sorpresiva, e incluso llamativa porque la ONG siempre pudo desempeñarse sin problemas, «Nos pareció totalmente loco, porque nuestra tarea fue declarada de interés legislativo sanitario y social por el Concejo Deliberante y fue votado por unanimidad. Fue un lindo reconocimiento», opina Stella. Y agrega que «nunca hubo intención de hacer algo fuera de la ley, menos teniendo en cuenta que hasta el ministrio de Salud nos pidió medicación». Descartada la posibilidad de conseguir un profesional farmacéutico para poder desempeñarse en la organización (no pueden trabajar por fuera de farmacias), buscaron ayuda a través del Concejo de Balcarce.

«Nuestra idea es poder juntarnos todas las partes acá en Balcarce para ver cómo nos dejan continuar y llegar al diálogo, lo cual fue imposible. El Colegio nunca quiso sentarse con nosotros«. De hecho, el Colegio dio una conferencia el viernes pasados e intimaron a Quiero Ayudar a que entregase la medicación restante. «Esta semana cumplimos con eso y se entregó todo al hospital público local«. Amén de la intimidación, las declaraciones fueron de mal gusto y hasta irrespetuosas. «Dijeron muchas cosas fuera de lugar, la gente con cáncer se siente muy afectada porque estaban todos los farmacéuticos locales y notaron que había sido hasta burlesco, riéndose y eso molestó mucho y se reflejó en las redes sociales», expresó Stella. Y agregó que «muchas declaraciones de la presidenta del Colegio no coinciden con la realidad. Habla de que a fines del año pasado se habian comunicado y notificado y jamás visitaton la ONG ni nos dijeron que era ilegal. El hospital nos pidió medicación muchas veces en estos meses y se la hemos dado asi que me parece hasta contradictoria«.

Pacientes que fueron asistidos por la organización y parte de la comunidad brindaron su apoyo a la misma y esto se vio reflejado en las dos movilizaciones que hicieron en el último tiempo. La primera fue al día siguiente de pedirle al Municipio que interviniera. Y la semana pasada, varios pacientes se dieron cita frente al Concejo Deliberante. «Los propios familiares me pidieron que los acompañe, les di mi apoyo y luego hicimos una expresión en la puerta de una farmacia con tres minutos de aplauso. No fue escrache, no se pintaron paredes ni pisos ni se insultó. Solo se hizo con carteles, un bombo y el aplauso de parte de los 25 pacientes que acompañaron esta movilización«, indica Pernía. Y añade que, si bien los concejales se comprometieron a seguir el caso, hasta el momento no hubo reunión ni soluciones para seguir funcionando.

A pesar de este duro momento, Quiero Ayudar no piensa en claudicar y mientras está en plan de lucha, la propia Stella aseguró que la ONG va a seguir. «Quiero aclarar que en unos días más vamos a dar una conferencia de prensa para informarle a la gente que la ONG va a continuar sin medicación y nos dedicaremos a asesorar al paciente y acompañarlo en cada uno de los reclamos para que consigan la medicación por vías legales, vamos a exigirles que cumplan con los tiempos que necesita cada paciente», concluye.