22/03/2023
Luz Rodríguez Lozano es marplatense y, a través del circo, lleva su arte a Europa y otras partes del mundo. Hija de artistas, con el tiempo descubrió que el circo era su gran pasión, a punto tal que hoy es su medio de expresión y de vida y cada vez va mejorando más su espectáculo entrenando y capacitándose. En diálogo con El Bonaerense, contó detalles de su carrera y sus objetivos en el país.
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El gusto por el arte lo comenzó a percibir desde muy pequeña "Mi papá era director de teatro y mi mamá actirz de teatro independiente. Ellos empezaron en Buenos Aires y cuando nací se vinieron a Mar del Plata", comienza relatando Luz. Alrededor de los 12 años, gracias a ellos conoció un taller de circo que iba a marcar su vida artística. "Mi papá tenía el Galpón de las Artes en Rivadavia y Jujuy, donde hoy funciona el club del teatro, Y había una brasileña, Cristina Rivas, que estaba dando un taller de circo", rememora. Lo que comenzó siendo una actividad recreativa terminó siendo un modo de vida para Mona.
A medida que fue creciendo, la pasión de Luz por el circo se hizo cada vez más intensa. "Mientras estudiaba artes visuales en la escuela Polivalente de Arte me di cuenta que me gustaba mucho el circo", explica. Fue así que en su adolescencia viajó a encuentros y convenciones y comenzó sus primeros espectáculos con un grupos de artistas callejeros en Plaza Mitre. "Cuando terminé el colegio me fui a estudiar a un galpón a Rosario y me formé un poco más, después viajé a Chile a entrenar y siempre muy autodidacfta, muchos entrenamientos y juntarse con la gente", detalla sobre su formación. Y agrega que "nunca hice una escuela de circo, más bien muchos talleres, seminarios y entrenamiento intensivo. Y viajando mucho, buscando profesores, conociendo gente".
No obstante, reconoce que "yo de chica odiaba el teatro (risas) porque vivía adentro de un teatro, entonces fui más por la técnica y entrenar intensivamente. Y un día me di cuenta que la técnica no me llenaba el alma, y la risa de la gente me gustaba más. Ahí me amigué con el teatro, hice clown, improvisación, me dejé dirigir por mis padres y tener otra mirada". Ese cambio le ayudó muchísimo para el desarrollo de su personaje, Mona, tanto que destaca que "lo más fuerte de mi espectáculo es el monociclo, pero pongo en segundo lugar la técnica y lo primero es el juego con la gente, ese ida y vuelta".
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Si bien viajó mucho por países limítrofes siendo chica, Luz recuerda un hecho que la motivó a viajar y llevar su arte hacia otras latitudes. "Estando en pareja con un chico que hacía circo, le robaron el auto. Y con lo del seguro elegimos ir a Europa, vivimos dos años, empezamos a trabajar en la calle y un agente de circo nos contrató para hacer giras e ir a hoteles. Después volvimos porque extrañábamos. A partir de ahí viajé todos los años, ida y vuelta medio año", relata. Con el tiempo, se dedicó exclusivamente a su show, como artista y como productora. "Dejé de hacer otras cosas y empecé a trabajar y vender mi espectáculo, hacer esa parte de producción, de venderlo desde la computadora a cualquier parte del mundo. Hace poco estuve en Dubai dos semanas, fue una locura", detalla Mona.
Estos últimos meses fueron difíciles para Luz pero, al mismo tiempo, volvió a su Mar del Plata natal para descansar y reencontrarse de a poco con su veta artística. "Este es el primer año que me tomé un descanso, aunque me volqué a proyectos que me llenaban en lo personal. En enero y febrero trabajaba a full con Hazmerreir, en el Unzué, en Villa Gesell con la Galería. El año pasado falleció mi madre y fue un desbarate en mi vida. Era mi mejor amiga, mi contención, y sentía que necesiaba parar. Descubrí que había otros proyectos y formas que me estaban gustando como la producción y hacer contactos. Y la verdad me llenaron y me motivaron a volver a mi ciudad", reconoce.
Precisamente, uno de sus grandes objetivos es que un día Mar del Plata tenga un espacio de circo, que también sirva para entrenamiento y contención de los artistas locales. "Es algo que nos falta, porque nosotros mismos no los generamos y la ciudad nos pone trabas. Quiero llegar y montar el espacio y generar un lugar de creación y contención para el artiata marplatense. Eso me hizo replantear un montón y apostar por mi ciudad", destaca Luz. Otra cosa que también anhela es retomar el trabajo grupal. "Hice varios años unipersonal y la verdad quiero volver al dúo, hoy elijo no trabajar sola". De hecho, volvió con una vieja amiga a hacer un dúo en monociclo y afirma que la experiencia "genera algo más fuerte e impactante".
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28 de marzo de 2024
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