Con Eduardo Ferrer a la cabeza, investigan a fondo aquellas instituciones que quedaron en el olvido. Han editado una obra editorial del tema.

Los clubes fueron una parte fundamental de la historia argentina, sobre todo a fines del siglo XIX y principios del XX. Ya sea para tener un punto de encuentro en común, reflotar tradiciones o incursionar en la práctica deportiva (principalmente el fútbol, que ganaba cada vez más popularidad), en esos años se vivió un auge de instituciones, aunque no todas sobrevivieron. Conscientes de ello, un grupo de historiadores marplatenses se lanzó a la aventura de investigar a aquellos clubes extintos que fueron una parte importante de muchos. Uno de sus integrantes, Eduardo Ferrer, dialogó con El Bonaerense y contó cómo fueron descubriendo esos clubes y armar una publicación sobre el tema.

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Periodista y profesor de historia, Eduardo fue un protagonista privilegiado de la vida en los clubes. Su infancia y adolescencia transcurrió entre su Tandil natal, Mar del Plata y Mar de Ajó. "Estudié Comunicación Social y a los 16 empecé a trabajar en los medios de comunicación, después estudié Historia y hoy soy director de escuela", comienza presentándose. "Yo soy criado en el club Unión y Progreso de Tandil, mi abuelo fue presidente. Y soy de esa generación que transcurrió toda la infancia entre la escuela, el club y la casa de familia", describe Ferrer, de 45 años. El equipo original lo completan Sebastián Ramírez, colega y personal del archivo del Teatro Auditorium, y Ariel Borelli, quien recientemente emigró a Italia.

La historia de los clubes plasmada en un libro

Conforme fue avanzando el tiempo, Eduardo terminó sus estudios y comenzó a forjar su carrera profesional. Y encontró en el tradicional barrio Villa Primera su lugar, donde vive hace casi 25 años. Y fue por esas calles cuando surgió la idea, casi de casualidad. "En 1º de Mayo y Ayacucho había un club llamado All Boys y me daba curiosidad saber qué había adentro. En 2003-2004 me iba a trabajar a la escuela y vi una pala mecánica que tiraba el club abajo", recuerda con lujo de detalles Eduardo. Y también, tiene presente que durante la demolición había un contenedor con trofeos y otros objetos del club. "Me agarró una desesperación cuando lo vi, el club en ese momento era una cantina con cancha de bochas y era más una cuestión social que deportiva", indica.

Al mismo tiempo, reconoce que surgió en él un deseo de conocer aquellas instituciones que forman parte de la historia local pero que no existen casi registros. "Me quedó dando vueltas y recién lo materialicé en 2018, y armo el equipo con Seba y Ariel". Ese fue el puntapié inicial para "100 Clubes de Barrio", una obra inédita que reivindica a una gran cantidad de instituciones que formaron parte de la identidad marplatense. "Cuando nos juntamos, teníamos una lista de 30 clubes y equipos de fútbol desaparecidos y al momento de publicar ¡llegó a 240!", confiesa. La obra vio la luz a mediados de 2020, en plena pandemia, y fue un éxito total, a punto tal de que esperan hacer una nueva edición aumentada en el futuro. "Es una historia que nunca se va a terminar, siempre aparecen nuevos datos", admite.

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La verdad fue casi de casualidad. Yo soy tandilense y de chico me vine a Mar del Plata, después viví un tiempo en Mar de Ajó por el tabajo de mi vieja. A los 18 volví a Mar del Plata para estudiar, pasó el tiempo y me radiqué en Villa Primera hace casi 25 años. En 1º de mayo y Ayacucho había un club llamado All Boys y me daba curiosidad cada vez que pasaba a ver que tenía el club.

El arduo proceso de investigación

Al tratarse de instituciones que desaparecieron o quedaron en el abandono, conseguir fuentes confiables fue una tarea titánica que les llevó dos años y medio de investigación. "La verdad que fue un laburazo por el tiempo que le dedicamos", acota Eduardo. Y explica que la primera parada fue la hemeroteca local: "Fue el punto de partida para encontrar fuentes escritas. El equipo del Museo Mitre, con Pablo Tello y Fredy Viaro nos dieron una mano grande a la hora de registrar". Tras un año de desempolvar viejas revistas y diarios, armaron un relevamiento de direcciones para dar con los protagonistas de cada club. "Nos íbamos a los barrios a golpear puerta por puerta, imaginate que muchas sedes hoy son casas de familia o comercios", indica Ferrer. Y las visitas se fueron repitiendo hasta poder concretar las ansiadas charlas. "Lo que más disfrutó uno es la emoción con la que la gente transitaba esos recuerdos, que en algún rincón del alma quedan guardados", agrega. Y reconoce que "la fuente oral fue primordial y después tuvimos que cotejarlo con lo escrito para darle veracidad, como corresponde a un trabajo científico y académico".

Como reconoció anteriormente Eduardo, la historia no termina y están trabajando en la segunda parte de la obra. "Ahora estamos trabajando en la historia de los clubes más populares de Mar del Plata, y al mismo tiempo armamos un equipo con gente de otras ciudades de la región", anticipa. Aunque, en esta ocasión, el foco estará puesto en protagonistas y anécdotas. "Hicimos un panorama zonal geográfico, de los distritos al sur del Salado, que son unos 70. La idea es abarcar la gran mayoría y contar unas 100 historias", agrega.

La pasión por la historia no se limita sólo a los clubes. De hecho, recientemente publicaron un libro sobre la historia de la industria maderera en la ciudad. "Nos contrataron y agregamos gente al equipo", explica. Asimismo, Eduardo adelanta que "estamos escribiendo la historia del club Universitario y tenemos pautados otros trabajos a futuro, como los orígenes de la vida comercial, delitos célebres de Mar del Plata, la educación". Y ese deseo por contar las historias desconocidas de Mar del Plata y la región tiene un fundamento. "Necesitamos indagar más allá del turismo, Mar del Plata tiene una historia muy rica en los barrios, en la periferia. Lamentablemente no quedaron reflejadas y nos desvela, porque queremos saber más", concluye.