Se trata de Gustavo López. Desde el club señalan que «los boludeó».
Hace tiempo que el «periodismo» deportivo dejó de ser periodismo de vieja escuela para convertirse, lenta e inexorablemente, hacia personajes que, munidos de la impunidad que ofrece un micrófono y cierta masividad comunicativa, olvidan los ejes fundamentales de la profesión y se manifiestan como opinólogos, pseudocirujanos de la palabra, lejos de la humildad de un simple comentarista.
En la apertura de la fecha de la LPF, Arsenal hizo las veces de local en su estadio ante Independiente. Más allá de las vicisitudes meramente deportivas, un escándalo se armó en redes sociales luego de que el comentarista de ESPN, Gustavo López, completamente fuera de sí y en provocativa postura, despotricara contra los trabajadores y trabajadoras de prensa del club del Viaducto.
Tras manifestar haber sufrido maltratos -dicho con sorna y brutal ironía- desplegó todo su supuesto malestar a través de la transmisión deportiva, la cual monopoliza la explotación del fútbol, con lo cual, irremediablemente, alcanza enormes niveles de audiencia por default.
Desde el club del sur le respondieron y revelaron cuál fue el eje del conflicto, directamente provocado por el propio comunicador: «Estaría bueno q @gustavohlopez explicara q el problema q tuvo ayer en Arsenal fue xq quiso meter a su hijo menor de edad a la cabina sin siquiera tener pulsera o haber pedido protocolo. En prensa de Arsenal no tratamos mal a nadie pero tampoco nos va a venir a boludear nadie».
«No sólo hizo entrar al hijo sino que después de hacer todo un escándalo repetía q nos íbamos a ir a la B. Ahora, cómo no puede responder nada me bloquea. Pensé q me iba a durar un poquito más, Gustavo…
Pero no», escribió Carla Yacuzzi, periodista y trabajadora en Prensa y Fútbol Femenino en Arsenal.