Anita Reyes (66) es enfermera y está internada por su tercer ACV. La Municipalidad no le paga nada desde hace 7 años y nadie le brinda ayuda. Su hija le contó todos los detalles a El Bonaerense.

La enfermería es uno de los oficios más importantes en el conurbano bonaerense. Quienes lo ejercen siempre están al pie del cañón, ayudando al vecino ante cualquier inconveniente. Sin embargo, el Estado muchas veces hace que la situación no sea recíproca. Y eso ocurre en el Municipio de San Miguel con Anita Reyes.

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Ella tiene 66 años y hace poco sufrió su tercer ACV (por el cual está internada). Es enfermera y trabajó 26 años en el Hospital Municipal “Dr. Raúl F. Larcade”. Sin embargo, un tiempo después de sufrir un infarto (con posterior ACV) dejó de cobrar su sueldo y hace siete años que no recibe remuneración ni jubilación por discapacidad.

“Desde la muni no nos ayudan y hacen todo confuso”, le dijo a El Bonaerense su hija Fernanda. Y contó todos los detalles del caso.

“Ella comenzó con carpeta médica hace poco más de 10 años por su primer ACV. Siguió cobrando su sueldo hasta 2015, cuando le dejaron de pagar. La respuesta de las autoridades fue que se tenía que presentar a trabajar. No les importó que tenía una incapacidad”, relató Fernanda.

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Desde ese momento la pareja de Anita (ya fallecido) inició los trámites para la jubilación anticipada por discapacidad. “En ese momento nos dijeron que el médico que la veía no había firmado los papeles que decía que no estaba apta para trabajar”, explicó la hija.

En 2017 Anita volvió a sufrir un ACV que le impidió caminar. “La llegué a llevar en silla de ruedas para que vea que no podía trabajar. La junta médica iba a decir el porcentaje de discapacidad y nunca lo hicieron”, sostuvo.

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Pasaron años de lucha, comenzó la pandemia y lo que parecía estar cerca, se alejó aún más. “Ya no sabemos qué hacer para que arreglen su situación. Ahora ya debería jubilarse por la edad pero nos hacen todo lento desde la Municipalidad de San Miguel”, explicó.

Ahora, luego del tercer ACV de su mamá, quien permanece internada en el Hospital de Trauma, Fernanda lucha para que ella pueda cobrar, al menos, la jubilación por su edad. “En la oficina de legales de la municipalidad nos dicen que ella aún figura activa, pero no nos muestran ningún papel y nadie nos brinda ayuda para que ella se pueda jubilar”, sostuvo con indignación.

“No pedimos un retroactivo de los siete años que no le pagaron, porque sería un milagro, pero al menos pedimos que se pueda jubilar y nos ayuden para que pueda tener el ingreso que le corresponde por su discapacidad y su edad”, agregó, casi en forma de ruego.

“Ella nunca quiso hacer conflicto ni problema porque tuvo mucha vocación por su trabajo y mucho amor por "su hospital", pero quiere tener su ingreso para poder vivir bien los años que le queden”, reveló Fernanda. Y contó: “Nosotros, los hijos, tampoco gozamos de una buena situación económica y aún así la ayudamos en lo que podemos”.

Así, lo único que la familia quiere es una respuesta concreta y lo que le corresponde a una enfermera que dio todo por su trabajo. “Ahora tiene la mitad de su cuerpo paralizado y está consciente. No quiero imaginar lo que le pasa por la cabeza. Necesita cosas a las que no puede acceder por no tener su jubilación, que le corresponde”, finalizó.