Sebastián Raspa, Subsecretario de Hábitat de Quilmes y su socio Martín Bordalejo -ex funcionario de Mayra- recibieron cifras millonarias que no habrían destinado a las cooperativas que presiden sino a comprar propiedades en Córdoba y Miami.

Mayra Mendoza es una de las hijas políticas más cercanas a Cristina Fernández y Néstor Kirchner. Cumple al pie de la letra el ADN del kirchnerismo y lo lleva marcado a fuego en su piel. Desde que comenzó a militar en La Cámpora y fue ganando terreno, decidió tatuarse al ex presidente en su brazo izquierdo. Hasta que asumió como Intendenta de Quilmes lo mostraba, orgullosa,  y con total naturalidad en cada marcha en la que participaba.

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Se sienta en la mesa chica de la organización que el brazo armado del poder del kirchnerismo y es uno de los cuadros políticos más cercanos a Máximo en el conurbano. Pero la encontraron en orsai y ahora deberá dar explicaciones para que un escándalo mayúsculo de dinero desviado, contratos millonarios a cooperativas y hasta cuentas offshore no la ponga en el banquillo de los acusados.

La develación, fue realizada tras una investigación llevada adelante por el portal El Disenso, el cual expuso varios documentos que involucran a la mandataria local junto a otros dos funcionarios. Por un lado se lo encuentra a Sebastián Raspa, Subsecretario de Hábitat de Quilmes, quien además  es el presidente de la Federación de Cooperativas de Trabajo 1° de Mayo Limitada; de la cual también es parte  su amigo y abogado, Martín Bordalejo, quien es el secretario y hasta hace poco era parte del municipio.

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Entre tanto, la cuestión no termina ahí, eso tan solo fue la punta del iceberg. Dado que tras, la develación de estos documentos, se vieron comprometidos estos “cooperamigos”. Puesto que, por un lado Raspa (quien aún mantiene su cargo en el municipio) construyó un lujoso complejo de cabañas en Córdoba, entre otras inauguraciones como empresas locales  junto a Boradejo, quien recientemente renunció a su cargo, pero continua en  contacto con su compañero. Es así que este último, abrió en Estados Unidos dos empresas para expandir inversiones, a las que bautizó como “Raspa Investments” y “Borda Investments”.

Cabe señalar que,  estas cooperativas funcionan de fachada, en las que se autocontrataban con el propósito de “prestar servicios por fuerte sumas de dinero”. Es así como se establece un contrato entre el municipio de Quilmes,  a cargo de Mayra Mendoza, y Cooperativa “La Estrella”,  donde se estipulaba la suma de 143 millones como contraprestación de un servicio de limpieza de parques por 6 meses.

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Es aquí donde surge una vinculación significativa, donde la cooperativa La Estrella pertenece a Raspa y Bordalejo, y se refiere a la federación 1° de Mayo, con lo cual este espacio y los otros están vinculados entre sí. Con lo cual, el contrato fue requerido por la Subsecretaría de Hábitat del municipio, cuyo titular es el mismísimo cooperativista Sebastián Raspa.

En dicha investigación se encontraron 7  cooperativas que contaban con el mismo domicilio, vinculadas a La Estrella y Unión de Azul, como así también la Cooperativa de Trabajo Barrio Unido Limitada. Además se estableció que,  La Estrella levantó aquí 56 millones, Unión de Azul se llevó unos 54 millones.

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Tantas son las similitudes entre organismos y documentos que ambas cooperativas tienen el mismo correo electrónico, comparten el mismo teléfono (a nombre de Bordalejo) y las mismas direcciones (frente al INAES y AFIP) que las otras cinco.