El entrenador presentó su renuncia a días de haber perdido el clásico de Avellaneda frente a Racing por 1-0. El rendimiento, los malos resultados y la mala relación con la dirigencia fueron los detonantes.

Se terminó el ciclo de Eduardo Domínguez en Independiente, luego de que el entrenador presentara la renuncia ésta mañana ante los directivos del club. La derrota frente a Racing en el clásico de Avellaneda terminó de detonar la relación del DT con la dirigencia del rojo y, finalmente, decidió alejarse por su cuenta, ya que no encontraba las respuestas futbolísticas para mantenerse en el cargo.

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Si bien en las últimas horas el rumor se acrecentaba respecto de la salida de Domínguez, se aguardaba la comunicación del entrenador porque los directivos no iban a tomar la decisión. Claro, económicamente Independiente está sumido en una profunda crisis y no puede hacerse cargo de un DT saliente y el que llegue. Por eso, 48 horas después de la derrota ante Racing presentó su renuncia ante Rolfi Montenegro, manager del club, y Yoyo Maldonado, secretario general.

De esta manera, su ciclo terminó con 29 partidos dirigidos, de los cuales ganó 10, empató 9 y perdió 10. El ciclo había comenzado de forma auspiciosa, ya que Domínguez eligió el rojo tras campeonar en Colón y mientras se lo vinculaba con Boca. Sin embargo, no pudo pelear la Copa de la Liga Profesional, quedó eliminado de local en la fase de grupos de la Copa Sudamericana y perdió los dos clásicos de Avellaneda.

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Ahora, nuevamente Independiente se encuentra sin rumbo deportivo para afrontar lo que resta del semestre. El próximo sábado de local en el Libertadores de América ante el Rosario Central de Tévez, será Claudio Graf el entrenador interino. El resto todavía es una incertidumbre. Comienza la danza de nombres para tomar un cargo sensible de un club grande del fútbol argentino que tiene una dirigencia con mandato vencido.