Julieta Martínez anotó en la victoria 3-2 del conjunto granate frente a Comunicaciones y, así, otra vez marcó historia en el fútbol femenino de nuestro país. El Bonaerense habló con ella y su madre para conocer su amor por este deporte.

Criada en localidad de Remedios de Escalada, Lanús Este, Julieta Martínez comenzó desde chica a demostrar su pasión por el deporte más popular del país. En cualquier paseo por una plaza ella siempre pedía que le lleven una pelota. En muchas tardes de verano, otoño, invierno o primavera se la podía ver haciendo jueguitos en el Velódromo Municipal, según cuenta Carina Perez, su madre.

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Sus inicios

A sus seis años encontró su mayor confidente para poder jugar al fútbol. Su primo Thiago, quien entrenaba en el Club Social y Deportivo Belgrano, la recibía en su casa y ambos pateaban en el patio. El talento y la capacidad de ingenio de Julieta con la pelota se apreciaba fácilmente para quien haya jugado alguna vez.

Su tío la vio en el patio y le comentó a Carina que jugaba muy bien. "Me dijo que la llevara al club. Yo al principio no quise, por temor a que saliera lastimada. Con el correr del tiempo fue ella quien me pidió ir y ahí acepté", comentó la madre.

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Fútbol 11

Desde ese momento, la familia se unió detrás de Julieta y la acompaña semana tras semana en cada partido. El talento siguió potenciándose por su aprendizaje y la cancha de baby le quedó pequeña. A los 10 ya entrenaba en Lanús, aunque sin dejar su primera institución.

"Cuando tenía entre ocho y nueve años me estaban buscando club para fútbol 11, pero no conseguían", afirmó Julieta. Sin embargo, la insistencia perduró y su padre le encontró un espacio en el club granate. Así, se generaba el primer gran paso a la historia.

"El año pasado se despidió del club barrial y se sumó a la reserva de Lanús. Cuando cumplió 14 subió a primera, disputando dos encuentros como suplente", relató Carina narrando el repentino crecimiento profesional de su hija.

Sin embargo, el conflicto no solo se presentó con el Social y Deportivo Belgrano, sino que de a poco con el colegio. Si bien integraba la máxima categoría de fútbol femenino granate, Julieta no quería perderse una clase escolar. Eso lo pudo mantener durante un tiempo, pero llegó la Selección Argentina y el fútbol pesó. "Ella es cumplidora con el colegio. Ahora se empezó a complicar porque es convocada por AFA y por Lanús. Tengo que conversar en el colegio por las faltas", aseguró Carina.

Su foco

El amor por la pelota lo vive desde la niñez, pero en la actualidad ocupa un rol trascendental en su vida. "No tengo ningún hobbie además del fútbol porque estoy muy enfocada en esto. El club es muy importante en mi vida porque la mitad del tiempo la paso ahí. Es como mi segunda casa".

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Por eso, su rutina está destinada a su pasión. Se levanta temprano para alimentarse bien y realizar alguna actividad pendiente. Luego, va al colegio hasta las 18 y directamente se calza la ropa de Lanús para entrenar de 18.30 a 20. "Los días que tengo libre trato de juntarme con mis amigas o salir con mi familia".

El record

Cuando Julieta disputó su primer partido profesional se transformó en la jugadora más joven de la historia en vestir una camiseta de la máxima categoría del fútbol argentino. No obstante, no fue la única marca que rompió. El fin de semana pasado convirtió su primer gol, en la victoria 3-2 sobre Comunicaciones. Así, a sus 14 años, cinco meses y 17 días, es la jugadora más chica en concretar un tanto.

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"Yo no sabía que era la jugadora más joven en marcar un gol en primera división. Me pone muy contenta en haberlo logrado. Ojalá en un futuro haya chicas que superen mi logro", comentó Julieta. Sus logros personales son parte de una familia que acompaña y la cual se muestra muy feliz por los pasos concretados.

Lanús y Selección

Es una obviedad decir que Julieta se acostumbró a jugar con personas mucho más grandes que ella. Esa condición no sólo la afronta desde la primera, sino en sus experiencias previas. Quizás haya sido ese rodaje el que le permitió desenvolverse sin problemas dentro y fuera de la cancha.

"A pesar de la diferencia de edad, mis compañeras siempre me acompañaron y me ayudaron a mejorar. Nunca hicieron diferencia conmigo", reconoció. Sin embargo, existe un proceso que acorta la diferencia y sucede en la Selección Argentina.

Julieta fue convocada al representativo Sub 17 local, que se entrena en el predio de Ezeiza. Si bien llegó con una experiencia notable, aseguró que fue un espacio de incorporar conocimiento. "Te deja con muchísimos aprendizajes. Te enseña todo. Cambia tu forma de juego."

Ídolo y sueños

Seas o no jugadora de fútbol, el gran emblema mundial es sin dudas Lionel Messi. Por ello, Julieta aseguró: "Mi ídolo es, como el de casi todos los argentinos, Messi. Me encanta como juega y su persona". Esa vinculación con el astro del PSG se ve conectada con los deseos de la crack granate. Sueña con campeonar en la liga local y también competir en el extranjero.

"Me pone muy contenta ver como el fútbol femenino está creciendo en estos últimos años", cerró Julieta.