Camila Brocca publicó en Twitter la historia de su abuelo sobre la lucha contra el Alzheimer y su amor eterno por Huracán. Personal del club leyó la publicación y lo invitaron a Rafael Antunau a vivir el duelo frente Atlético Tucuman desde la tribuna.

"Mi abuelo está super perdido con un estado muy avanzado de Alzheimer. A veces no sabe quien soy, no sabe qué día es o dice que fue a una fiesta. Recién le dije que se levante que jugaba Huracán y me dice: no, juega mañana contra Defensa y Justicia". escribió Camila en Twitter. No es la primera vez que alguien conecta de manera especial con el fútbol, ni tampoco la primera que desde los clubes cumplen sueños pendientes. Camila, Rafael y la familia entera pudo pisa el Palacio Tomás Adolfo Ducó para alentar al globo.

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El fútbol es un lenguaje universal que no entiende de olvidos. Una famosa frase dice que alguien puede cambiar de todo en la vida menos de su pasión. El amor por los colores que portan los jugadores de balón pie traza un marca imborrable en el corazón de las personas. En la historia de Rafael ese sentimiento único puede contra todo, incluso a hasta un tipo de demencia que causa problemas con la memoria.

Nacido en La Pampa, en la localidad de Jacinto Araoz, de chico Rafael Antunau se fue a vivir a Buenos Aires. En Parque Patricios a cuadras del Palacio Tomás Adolfo Ducó, él comenzó a construir un vínculo de amorío con Huracán que se lo llevó hasta La Plata en su pelea contra el Alzheimer. Ahora, 76 años después de su enamoramiento el fútbol lo trae de nuevo a la sociedad.

"Huracán es su momento, Mirar el partido lo conecta con la realidad, lo pone muy contento, tiene todo un ritual cada vez que juega el globo", cuenta Camila. Ella se había sorprendido cómo mantiene la lucidez para aún estar al tanto de su club a pesar de su enfermedad. Por ello, escribió todo en Twitter y se desencadenó una historia típica del fútbol argentino.

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"Hace más de 24 años que no iba a la cancha. Mucho tiempo. Jamás imaginé que algo cotidiano de Twitter iba a tener tanta repercusión, soy bastante twittera y nunca me imaginé esto. Se pusieron en contacto conmigo primero la prensa de Huracán y después los chicos de relaciones públicas. Al ser de La Plata, teníamos que coordinar un traslado. Resultó que hay una peña acá en La Plata y fue todo más fácil", contó.

No obstante, lo sencillo terminó siendo coordinar para cumplir el sueño familiar y que Rafael retorne a las tribunas del Ducó. No obstante, antes había que hacerlo entrar en razón. Según su nieta eso no fue para nada fácil. "No entendía, pensó que le estaba mintiendo, que era un chiste de mal gusto en las redes sociales. Le tuve que explicar como se usaba Twitter, mostrarle que era original, como dice él, la página de Huracán".

A pesar de ello, Rafael no estaba del todo convencido si realmente iba a poder ingresar a ver el encuentro frente a Atlético Tucumán, el cual bien sabía que era el domingo pasado. "No reaccionó ese día, porque no entendía, unos días después le explicamos bien y desde ahí hasta el domingo no paraba de hablar de Huracán", comentó Camila. Así, iniciaba el camino en combi hacia su casa del corazón.

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Producto del Alzheimer hace ya unos años se vino muy abajo, cuando falleció su esposa y se quedó solo. También relató su nieta que hace unos meses tuvo una caída y viene bastante mal. Sin embargo, la familia lo acompaña todos los días y le permitió volver a ser él dentro de una cancha. Si bien Huracán empató sin goles ante Atlético Tucumán, Rafael vivió una fiesta de principio a fin.

"Fue todo el camino contando cómo fue ver campeón a Huracán en el 73". Llegamos al barrio y se acordaba las calles, estaba muy feliz, no entendía por qué lo saludaban todos", dijo entre risas Camila. Claro, su historia había sido tan viral que la familia del globo lo tenía bien presente. "Era mí sueño, ir a la cancha de Huracán con el abuelo, te mentiría si te digo que no pensé mil veces en llevarlo".

Uno de los grandes logros de Rafael en su vida es la familia que pudo formar. El profundo amor que le tienen se emparenta con la devoción que el siente por Huracán. Encima, el domingo pudo hacer que su nieta se sienta quemera un ratito. "Yo no soy del globo, yo soy tripera, solo ayer mí corazón estuvo en el Ducó", comentó Camila.

Las imágenes hablan por si solas. Rafael fue a ver a Huracán, recibió una camiseta con su nombre y pudo conocer a varios de los jugadores. La nieta entre risas contó que reconoció a cada uno de los futbolistas que lo saludaron. "A Coccaro le metió un poco de presión, le pidió que meta cinco goles", comentó sobre la experiencia en el Ducó.

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Acompañado por sus nietos, sus hijas y gran parte de su familia, Rafael, quien hace 30 años vive en La Plata, pudo volver a disfrutar del fútbol desde la tribuna. El fútbol está en su esencia y Huracán en su corazón. El color popular hizo que la jornada sea de ensueño y que una vez más el deporte revitalice a quienes más lo necesitan. "Gente de Huracán acá hay uno más que está medio viejito, pero sigue disfrutando del gran globo", dijo Rafael para las redes del club.