El perrito que quedó varado en el aeropuerto regresó a casa con su familia. Tras varios días de espera Coco regresa con sus dueños a Córdoba.

La ansiada noticia llegó para Franco Gavila, tras varios días de suspenso donde su mascota Coco, quedó en aislamiento dentro del aeropuerto de Ezeiza. Asimismo, esta historia que había comenzado de manera tormentosa, llegó a su fin y era el que todo un país esperaba. Puesto que, hace un par de semanas, este animalito había quedado retenido por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa).

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Puesto que, una de sus vacunas se había vencido por apenas 8 días, siendo para los trabajadores del aeropuerto un delito muy grave. Ante esto y gracias a las redes, la situación puede revertirse luego de que su dueño, diera testimonio de lo que había ocurrido con su mascota.

Sin embargo, durante las últimas horas del miércoles,  una actualización en la cuenta @liberen_a_coco, le comunicaba a sus cientos de seguidores que Coco había conseguido su libertad. En donde se muestra un video filmado por Franco en el cual su mascota expresa su felicidad al salir de su encierro de manera definitiva.

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La liberación de Coco

“Por suerte ya se nos pasó un poco el estrés que teníamos, tras esta situación, tanto a  mi familia como a mí”, expresó Franco Gavila a este medio y agregó: “Estuvimos viajando, desde Ezeiza hasta Córdoba, juntos  y desde que nos fuimos  del predio de la Aduana lo empecé a notar más tranquilo”. Puesto que, tras todo lo vivido en los últimos días, para Coco fue una situación difícil de comprender, ya que estuvo alejado de sus seres queridos y viceversa.

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“Apenas nos volvió a ver y se puso muy contento, y ahora cuando se reencuentre con mi hija va a estar mucho más feliz”, exclamó con alegría Gavila. Por otro lado, detalló que  Coco fue vacunado y desparasitado en el predio de Ezeiza, además de cumplir en su casa una cuarentena de 21 días, sin contacto con otros animales.

Asimismo, este animalito deberá continuar realizando los controles para descartar cualquier anomalia y cumplir con el protocolo establecido por el Senasa. Entre tanto, la alegría de volverlo a tener junto a él, era algo que Franco y su familia esperaban con ansias, siendo algo que hoy en día se volvió una realidad.

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Una larga travesía que al final concluyó

Para Gavila, toda esta situación fue muy dura, puesto que durante varias horas se sintió a la deriva y sin saber lo que le podía pasar a Coco. “Fue difícil viajar ida y vuelta, constantemente, casi siempre solo, pero después de todo es algo que valió la pena”, expresó con una sonrisa y agregó: “Me chocó mucho la indiferencia con la que me trataron, porque me trataban como un criminal, donde me ninguneaban y se dirigían hacia mí con mucha soberbia”.

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Esto fue realmente duro para Franco, puesto que después de mucho tiempo regresaba a la Argentina y en lugar de ser recibido con los brazos abiertos, se encontró con mucha crueldad. “Volver a mi país y pensar que iba a poder estar tranquilo, pero no, porque más que nada me hablaban de deportación”, manifestó y continuó: “Eso me hacía pensar en el hecho de no saber si lo iban a dejar entrar a otro país, no me aseguraban que iba a pasar con él, ni nada; fue otra cuestión muy dura”.

Cabe mencionar que para Franco, esta situación marcó un precedente, en el cual le permita al aeropuerto generar un espacio para cuando ocurran situaciones similares. “Espero que se pueda aprender de esto, y se genere un espacio óptimo, para que no tengan que recurrir a la deportación de animales y evitar así tanto sufrimiento”.

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Vale la pena recordar que,  Coco estuvo 10 días en aislamiento en el predio de Ezeiza, luego de haber llegado de Hungría junto a sus dueños; sin embargo, todo este conflicto concluyó, de la mejor manera y viendo como ambos amigos inseparables regresaron a casa. Por último, Franco aseguró estar muy agradecido con la gente que lo acompañó en esta travesía, donde pudo sentir el apoyo incondicional de muchas personas que hicieron esto posible.