"Estamos convocando a la gente y tratando de difundir el proyecto", explica Andrea Barral, presidente de la comisión a El Bonaerense

Desde la Biblioteca Florentino Ameghino, ubicada en Luis Guillón, partido de Esteban Echeverría, proponen un proyecto de voluntariado para fomentar la lectura en pacientes internados en el Hospital del Bicentenario

“El voluntariado está en sus inicios. Los días jueves nos juntamos, estamos convocando a la gente y tratando de difundir el proyecto”, explica Andrea Barral, presidente de la comisión a El Bonaerense.

Según cuenta la presidente, la idea surgió porque “tenemos un taller de palabras mayores, que es de estimulación cognitiva dictado por una psicóloga que trabaja en dicho Hospital”

Al principio, ofrecieron libros, pero luego se les ocurrió la posibilidad de llevar a los lectores para que visiten a los pacientes.

“Toda la actividad va a estar contenida y acompañada por equipo de salud mental y nos van a indicar que pacientes van a recibir la visita”, explica Barral,

Con respecto a que se va a leer, ahí se manejará con libertad el paciente. “Si es que está leyendo algo y quiere escuchar lectura de ese libro en voz alta, o sino, cada voluntario va a llevar material como cuentos cortos, y compartirá en una charla previa con el paciente si alguna vez alguien le leyó un cuento, o va a ser de primera vez, y que tipo de libros lee, va a ser una experiencia”, detalla.

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No es la primera vez que se hacen este tipo de actividades en hospitales y se sabe de la necesidad y lo bien que le hace al paciente recibir distintas visitas. “Hay pacientes que están derivados de lugares alejados y no tienen tanta visita poca o casi nada y de ahí va a ser valorado este voluntariado”, cuenta.

Hasta ahora, los voluntarios son 9 y se juntan para acordar distintas estrategias y practicar lectura en voz alta. “Todos leen historias, pero leer para otros a veces tenés que corregir algunas cosas, o lees muy apurado. También hablamos de que cuentos son más apropiados y cuáles no, son cosas acordadas en grupo y se van armando de material”, explica Andrea.

El proyecto está coordinado por Silvia Cebreiro, una profesora de historia del distrito, que tiene experiencia participando de bibliotecas parlantes donde se leía para gente ciega

“La biblioteca sirve de nexo y recepciona a los voluntarios donde se preparan, no es cualquier persona que va a agarra un libro y lee, un grupo cuidado y asesorado para brindarle lo mejor a los pacientes”, detalla.

Para los pacientes que no pueden recibir visitas porque están aislados también pensaron una solución. “Para ellos es muy probable que se manden audio libros o si se permite llamada por teléfono”, cuenta la presidente.