El 2 de abril es una fecha significativa para todo el país, no solo para los ex combatientes. A 40 años de aquel suceso, nos permitimos recordar y homenajear a esos jóvenes que partieron a Malvinas,  y muchos de los cuales jamás regresaron. Para mantener viva su memoria es que este Varelense pinta murales en todo el país.

Muchos recuerdos han quedado alojados en las memorias de los ex combatientes, cada uno ha visto y vivido la guerra desde una óptica diferente, muchas de las cuales lloran en silencio. Aprender a sobrevivir al recuerdo, para mantener viva la memoria, es su objetivo de todos los días. A través del arte, es como José Campos, un ex soldado continental de Malvinas, cuenta las vivencias de lo que vivieron aquellos héroes.

“Uno tenía que cumplir órdenes, porque nadie eligió ir a la guerra, pero todos éramos soldados”, comentó José a El Bonaerense y añadió: “El 19 de marzo de 1982 ingrese a la colimba, que era el servicio militar obligatorio y remarcó esto  porque mucha gente creía que nosotros nos anotamos para ir a Malvinas, y no era así”.

Sin estudios primarios, ni secundarios y con apenas diez días de instrucción militar, José entró en servicio en el continente, viendo como jóvenes de su misma edad y sin preparación alguna eran enviados a luchar por su patria. “Aquel 2 de abril de 1982, a las 2 de la mañana donde hacíamos  la instrucción, nos despertaron y nos informaron que habíamos recuperado las Malvinas, fue algo que nos sorprendió a todos por qué no sabíamos que eran las Malvinas, dónde quedaban, ni la canción de Malvinas nos sabíamos”, recordó Campos.

“Yo serví a mi patria  y es algo que me llena de orgullo, por eso honor y gloria a nuestros camaradas caídos”. 

José Campos.

Así mismo, José Campos pertenecía a la clase 63, Brigada Mix 602 artillería antiaérea en Mar del Plata.  Puesto que vivió gran parte de su vida en esa ciudad, con 18 años no pudo negarse a aquella obligación de servir a la patria, de esta manera estando en el continente vivía con la duda de que el próximo en ir al combate podía ser él. “No te podías negar, porque si lo hacías podías ir al calabozo y si desertabas te fusilaban”.

Durante aquellos años, la Argentina giraba en torno a la guerra y eso se replicaba en la gente, siendo un contexto histórico donde se decía mucho y se conocía poco. Ante esto, el ex soldado continental, aseguró que hoy en día se le niega su participación en el conflicto bélico: “Mientras estábamos allá nos dejaban en claro que todos éramos soldados  y que estábamos en guerra, ahí teníamos que estar postado en la costa o donde sea. Con los cañones apuntando,  porque el enemigo no avisa, llega y te mata” explicó y agregó: “En cuanto terminó todo nos dieron un papelito que acreditaba, por así decirlo, que no debíamos hablar de lo ocurrido porque era un secreto de Estado”, comentó.

Un país atravesado por la guerra

Si bien, en su momento aquel suceso era un hecho desconocido, hoy en día es algo que José junto a sus camaradas lo llevan en la piel y en la memoria. Siendo algo, que no solo afectó a los combatientes y soldados, sino que también marcó a la generación de aquella época. Las cuales hacían colectas de alimentos y ropa para los soldados que estaban en las islas.

“Me acuerdo de que cuando estaba postado junto al cañón, veía cómo la gente se paraba en la ruta y llevaba mercadería para los combatientes, eso era un cariño, una caricia para nosotros y así han llevado donaciones para todos y de todos lados”, recordó José y añadió: “Las donaciones eran  desde un chupetín, unos cigarrillos,  algo para tomar, para comer y hasta las alhajas de oro, era un aporte. Incluso yo me he encargado de subir esos donativos a los camiones”.  

“En cada guerra no gana uno, sino que pierden todos”.

José Campos.

La guerra marcó un antes y un después en la historia del país, y de su gente, siendo un hecho que más allá que hayan pasado 40 años; puesto que hoy en día es parte de la historia. “Duele recordar, pero más duele olvidar y eso es algo que muchos lo viven permanentemente”, expresó y agregó: “Es por eso que pintó murales, para mantener viva esa parte de la historia, para que también deje marca y quizás después alguien continúe con ese legado”.

Por otro lado, José comentó: “Todo lo que ocurrió lo recuerdo en mis pinturas, pero también en mi casa lloró en silencio, y así como yo hay muchos que estuvieron en Malvinas que también se encierran”, y añadió: “Incluso van a las vigilias, a los actos y vuelven los recuerdos, siendo que cuando llegan a  sus casa, se encierran para desahogarse,  porque en cada guerra no gana uno, sino que pierden todos”.

Así mismo, José comentó que para el 2 de abril 1982 nació otra patria, una a la que no se le da importancia a los valores, a lo que tenemos. “Porque ahí es cuando uno se da cuenta de que, hasta ese momento no tenés nada y Malvinas fue algo porque luchar, y es algo que lo llevo en el pecho con orgullo”, expresó entre lágrimas.

La memoria de aquella fecha es una que debe estar muy presente en la vida de los argentinos. “Uno se puede olvidar de muchas cosas, pero no esto, por eso cuando me reúno con los combatientes ellos me expresan sus vivencias y a través del arte las expreso. Con ello ya llevo pintados casi unos 40 murales de Malvinas”.

“Malvinas fue una causa por que luchar”.

José Campos.

El reconocimiento de los ex soldados ante la sociedad

Cada obra de José, refleja las vivencias de sus camaradas, quienes a través de aquellos recuerdos logran transmitírselo a Campos y así él puede volcarlos en una pared. En la cual, narra aquellas historias de vida, sumándole frases fuertes y que a su vez resumen la obra. “Todas las frases que acompañan los murales se me van ocurriendo cuando voy trabajando”, explicó y añadió entre lágrimas: “Una que me mueve mucho es ´Pido perdón, padres y hermanos por no regresar a casa, me quedé cuidando las Malvinas´, es algo que engloba todo”.

Todo el talento de José es nato, jamás estudió en ningún lugar, parte de su escuela fue la calle donde aprendió pintando. “Cuando estaba en el servicio militar yo no sabía escribir, sólo sabía cómo me llamaba, así que firmé el ingreso con mi huella dactilar y al igual que yo, muchos camaradas también firmaban de esa manera, incluso  me declare analfabeto”, comentó.

Esta fecha se ha convertido para él en un día fuerte, del cual está orgulloso de haber sido veterano de guerra continental y soldado de reserva, quienes incluso hoy en día no son reconocidos por la sociedad o por otros ex combatientes. Puesto que en muchas ocasiones utilizan el término “casi voy” (expresión peyorativa que utilizan para los soldados de reserva). “Siempre digo que un soldado no muere en el frente de batalla, muere cuando su patria lo ignora”, resaltó.

Por otro lado, Campos espera que haya un reconocimiento respecto a los soldados continentales, puesto que dentro del continente también se peleó; y a su vez, todos podían haber llegado a pelear en Malvinas. Ante esto, espera que el término “Casi voy”, deje de utilizarse entre algunos ex combatientes, para referirse a los soldados de reservas. “En todo el mundo se reconoce a los soldados que estaban bajo bandera,  estuvieran o no en combate, son todos reconocidos como veteranos de guerra, salvo en Argentina. Por eso reclamamos el proyecto de ley para que nos reconozcan”, reclamó.

“Siempre digo que un soldado no muere en el frente de batalla, muere cuando su patria lo ignora”.

José Campos.

La post guerra, lidiar en una sociedad

Muchos ex combatientes no pudieron sobrevivir a la presión social, en la cual muchos eran denominados los “loquitos de la guerra”.  “Muchos no pudieron lidiar con la posguerra mental,  estando en Malvinas o en el continente se tuvieron que defender de alguna forma. Es más, muchos de los que fueron no sabían disparar, porque acá cumplían funciones muy diferentes a las que se iban a encontrar allá, incluso muchos apenas tenían dos o tres días de instrucción”, remarcó.

Más allá de lo que ocurría en esa Argentina devastada por la guerra, en la que José nunca tuvo miedo de poder llegar a arribar a las Islas, puesto que al igual que sus camaradas mucho no entendían el conflicto. “Cuando estábamos en la Plaza de Armas todos formados y nos informan que teníamos que  preparar los bolsos, para ir Malvinas, en ese momento nos piden que diéramos un paso al frente quienes querían ir”, recordó Campos.

En ese momento, solo unos cuantos tuvieron el valor de aceptar la orden, aunque quienes no lo hacían eran interrogados: “Recuerdo que uno, que no había dado el paso adelante, le explicó al superior que no quería ir porque tenía hermanos y padres. Cuando me preguntaron a mí, les dije que como no tenía a nadie que me llore no me importaba, entonces había unos que lo hacían por temor y otros por valor”, explicó entre lágrimas.

“Pido perdón, padres y hermanos por no regresar a casa, me quedé cuidando las Malvinas" .

José Campos.

Cabe recordar que, muchos jóvenes fueron porque debían ir y sin tener la intención de ir a matar. “En cuanto a los que nos quedamos en el continente teníamos que defender la costa y cumplir órdenes, siendo que en muchos casos, éramos enviados sin saber nada  del tema”, comentó.

“Es inevitable sentirse orgulloso de haber pertenecido al ejército argentino,  de haber aportado mi granito de arena y de haber dejado una huella en la historia”, exclamó José con un nudo en la garganta y concluyó: “Yo serví a mi patria  y es algo que me llena de orgullo, por eso honor y gloria a nuestros camaradas caídos”.