Ángel Fernández compró Café Dalí en plena pandemia con el propósito de que sobreviva a dicha situación. Es así que junto a  Rene Almaraz, un mozo con mucha trascendencia en este espacio, buscan por todo los medios evitar que este cierre sus puertas.

El Café Dalí, es un espacio con mucha historia lomense, que tras 42 años se ve obligado a despedirse de sus clientes. La decisión de su dueño Ángel Fernández, se debió a que la municipalidad le negó el permiso para realizar eventos, puesto que según la administración local este “No sería conveniente para la zona”.

“Dalí es un lugar histórico, donde la gente se reunía a tomar o a comer algo, además era muy conocido porque siempre se hacían shows “, comentó Ángel Fernández a El Bonaerense y añadió: “La llegada de la pandemia  fue un golpe mortal para el espacio, por lo que se atravesó un momento muy difícil, así que su anterior dueño resolvió cerrarlo puesto que ya no podía sostenerlo y mucho menos podía contratar un delivery”.

Debido a esto, los vecinos buscaron la forma de mantenerlo activo, puesto que es un rincón especial para Lomas de Zamora. “Ante la insistencia del dueño de querer cerrarlo, en agosto del 2020, decidí comprarlo y hacerme cargo del lugar”, explicó Fernández y añadió: “Dalí no tiene dueño, es de la gente, es un espacio que trasciende las formalidades de quien tenga la titularidad de los papeles”.

Sabiendo a lo que se exponía, comprando un espacio como este, Ángel  aseguró que lo hizo sin ningún interés económico. Puesto que, no lo adquirió a modo de inversión, sino para salvarlo de la decadencia en la cual podía llegar a caer. “Fue una inversión sentimental, quería rescatar el lugar, conservar la fuente de trabajo y que este pudiera recuperar aquel brillo que lo hizo ser un espacio de culto en el barrio”.

Una posible revisión del caso

Tras verse visibilizada la situación de este espacio, es posible que la administración local, revise el fallo; con lo cual, es posible que Café Dali no tenga por qué cerrar sus puertas. “El intendente Martin Isaurralde se comunicó con mi hijo, para que este miércoles tengamos una reunión al respecto, puesto que se les pidió rever el fallo, el cual para mi es injusto”, manifestó Ángel.

Ante esto, Fernández  manifestó que valoró mucho esta acción del intendente, a la espera de una resolución favorable para los vecinos. “El tema es que Dalí no es mío sino de la gente, es de los vecinos, porque yo no veo clientes sino amigos y ese espacio es para todos”, explicó y añadió: “Ahí se juntan gente de todos los partidos políticos o de fútbol, adentro no existe la rivalidad de colores ni de ideas, ahí se reúnen lomenses para intercambiar y vivir momentos”.

Entre tanto, la situación actual del Café Dalí, es que este se encuentra con sus puertas cerradas al público. “Cuando el municipio revea el fallo y oficialmente nos den la habilitación veremos de abrirlo nuevamente y que vuelva a brillar”, comentó.

Asimismo, la decisión de cerrarlo no fue fácil, tanto para Ángel como para René Almaraz, un mozo de mucha trayectoria dentro del espacio. Por su parte, los vecinos también se vieron afectado, quienes tras verlo cerrado se dieron cuenta de la ausencia del lugar y de la gran importancia que este tiene en el barrio. “Al verse y sentirse la ausencia de algo histórico, hace que uno no espere a que desaparezca para extrañarlo”, aseguró.

La acción previa del municipio respecto al Café Dalí

Por su parte, Ángel compró el espacio sin saber que no se podían realizar shows, considerando que por más de 40 años  este local siempre realizó eventos  de diversas características. “Decidimos comenzar a hacer shows y nos empezó a ir bien, se estaba auto sustentando,  hasta que un día viene la municipalidad y nos avisó que no se podía hacer eventos y al pedirles una explicación le dijeron que no contaba con la habilitación”, comentó.

Asimismo, Fernández recordó que  lo invitaron a presentarse al municipio, puesto que unos inspectores de la administración local, irrumpieron en medio de un evento para darle la notificación al respecto.  “Fui hasta el municipio y ahí me dijeron que no podía hacer shows de ningún tipo, también pregunté si podía poner un DJ y tampoco”, comentó con molestia y añadió con sorpresa: “Lo único que si podía poner, según los empleados municipales, es música funcional, dónde se consigue  ese tipo de música, vaya uno a saber”.

De esta manera, su actual dueño resolvió solicitar la habilitación, para poder sacar adelante este espacio. Tras  conseguir todos los documentos  y requisitos que debía presentar, puesto que ya había hecho la transferencia de habilitación, en la cual debía anexar el rubro “shows en vivo”. “Si bien, eso lo había presentado una vez, tuve que volver a presentar todo devuelta, me mandaron a gente de bromatología e incluso me mandaron a un inspector que ni siquiera él entendía porque lo mandaban, porque incluso él me dijo que había venido a los shows que se hacían en el Dalí”, manifestó.

Si bien, históricamente este café hacia eventos dado que sus instalaciones están preparadas, pero la resolución municipal fue denegada. Porque según detalló Ángel: “Nos negaron la habilitación para shows unipersonales, porque según ellos no era conveniente para la zona, considerando que a la vuelta hay un boliche bailable y a pocos metros otro local que si tiene la habilitación para poner música”, denunció y aseguró: “También me pusieron una nota donde se ordenaba la inmediata clausura del lugar, ante cualquier hecho, es decir que si ven a alguien cantando o haciendo un show el espacio se cerraba”.

Los vecinos buscan evitar el cierre

Ante la situación crítica, por la cual está pasando este espacio histórico, han recibido ayuda de residentes, amigos  e inclusos proveedores comenzaron a donarles mercadería para que ellos pudieran subsistir. De esta manera, se hacían promociones para ayudar al Café,  aunque más allá del apoyo de toda la gente que colaboró la situación no cambió.

“Todas aquellas acciones de los vecinos, es algo que valoro mucho”, manifestó Ángel y denunció: “Un sábado pusimos un poco de música en el local, bajamos las luces, cerramos las cortinas como se hacían con los shows y de golpe viene la municipalidad, vieron que no había nada y se fueron, pero eso lo sentí como una persecución”.

Sin embargo, tras publicar la situación en sus redes sociales, Ángel comenzó a recibir el apoyo de vecinos de distintos puntos de Lomas, siendo algo que lo emociona y lo incentiva a seguir adelante con esta causa. Puesto que, en todo el distrito, no existe persona que no haya conocido, visitado o incluso escuchado hablar de este espacio.

Es por ello, que a través de mensajes, llamados y publicaciones en sus redes sociales los vecinos alzan su voz ante esta injusticia. Exigiéndole al municipio, que reconsidere su decisión y se decidan por mantener viva la historia del Café Dalí, el cual es parte del patrimonio y el espíritu lomense.

Un café con impronta solidaria

Cabe recordar que, este espacio estuvo constantemente brindando apoyo a la comunidad, a través de diversas labores y gestos. “En la pandemia, le solíamos regalar café a los trabajadores de la salud, como una forma de honrar y valorar su trabajo”, comentó Ángel y agregó: “Todo aquel doctor, enfermero o médico que se acercara tenía un café gratis en Dalí y era una forma de reconocer todo el esfuerzo que hacía esa gente”.

Por otro lado, también recordó las acciones solidarias que realizan para reyes, el día del niño o fin de año, donde juntan juguetes para donarlos. Además de juntar ropa para el invierno, siendo una acción en la cual los vecinos del barrio participaban con donativos. De esta manera, estas acciones se convirtieron en un sello y un emblema del Café Dalí.

“Cuando se hizo lo del café para los médicos, la bolsa de café nos donaban algunos suministro para esa causa, aportando ellos también su granito de arena”, comentó Fernández y agregó: “También, para navidad y fin de año, invitamos a la gente que estaba  sola y que no tuvieran con quién pasar las fiesta al Dalí. Les armamos una mesa especial, donde se reunían y podían conocerse y no sentirse solos, es más siempre tenemos mesas reservadas para aquellas personas que no tienen plata y quieren consumir algo”.

La situación de este café emblemático de Lomas de Zamora, es bastante compleja, pero cuenta con el apoyo de decenas de vecinos; quienes buscan y esperan que esta situación se revierta y el barrio deje de sentirse apagado por su ausencia. Es por ello que, tanto Ángel como Rene, estarán al pendiente de esta situación que, ya de por sí, cuenta con el respaldo de toda una ciudad.