Integrantes de dos facciones diferentes se cruzaron a golpes en los pasillos de la casa de estudios porque se acusaban de robar urnas.

En teoría las universidades deberían ser la meca del desarrollo intelectual y la formación necesaria para alcanzar un gran punto de raciocinio. Sin embargo, lejos de resolver las diferencias mediante las palabras o la vía diplomática, en la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) integrantes de distintas agrupaciones políticas se cruzaron a golpes en pleno contexto eleccionario.

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Ayer la comunidad educativa de la UNDAV podían comenzar a elegir quienes serían sus representantes en el Centro de Estudiantes. Ir a votar significa un grado importante de compromiso para el digno desarrollo de las actividades universitarias. No obstante, como ocurre en la mayoría de los ámbitos de la vida cotidiana, la violencia se apoderó de la casa de estudios. Por un supuesto robo de urnas hubo piñas, patadas y un gran escándalo.

En ese sentido, La izquierda diario afirmó que las agrupaciones en disputa fueron Movimiento Evita y Unidxs. En los pasillos de la UNDAV se cruzaron a golpes en el primer día de las elecciones. Allí, sostuvieron que el conflicto se desencadenó por un intento de impedir el libre desarrollo de la votación llevándose la urnas, lo cual despertó la respuesta violenta del otro grupo.

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Si bien ambos espacios responden a una ideología peronista, las internas habrían sido más fuertes y todo se desencadenó en semejante escándalo institucional. Las imágenes se difundieron rápidamente por las redes sociales y la casa de estudios quedó expuesta ante todos. El repudio fue tal y desde los demás movimientos aseguran que el conflicto no tiene asidero en la experiencia cotidiana de los estudiantes.